El calor eleva la temperatura dentro del vehículo y puede
alterar la capacidad del conductor, causarle fatiga, aumentar su nerviosismo,
producir tensión… y hasta agresividad. Tanto la Dirección General de Tráfico
como nosotros deseamos que tengáis unas vacaciones en paz y por ello os
recomendamos que apliquéis el truco que da la DGT para evitar problemas con el
calor en el coche.
Está relacionado con la temperatura ideal que debemos
mantener en el habitáculo de nuestro coche: debe estar entre 21 y 23 grados. No
en vano, conducir con más de 30 grados provoca que los errores al volante
aumenten un 20%. A esto, la DGT añade que debemos regular el aire acondicionado
o el climatizador antes de ponernos en marcha y no mientras conducimos. Por ello,
toma nota de las siguientes recomendaciones:
Airea el vehículo: baja las ventanillas para que salga el
aire caliente que se ha concentrado en el interior y para intentar equilibrar
la temperatura.
Rejillas: colócalas bien, es decir, las centrales apuntando
hacia arriba para que el aire circule y se refrigere todo el habitáculo y las
laterales orientadas a las ventanillas. Lo que hay que evitar es que nos
apunten directamente.
Cuidado con la potencia: debes poner en marcha estos
sistemas de forma gradual, de menos a más.
Aire caliente: cuando te pongas en marcha, lo normal es que
el aire que sale sea caliente. Por ello, recorre los primeros metros con las
ventanillas abiertas para que salga cuanto antes y cuando notes que empieza a
ser más fresco, ciérralas y sube la intensidad del aire acondicionado o del
climatizador para conseguir la temperatura ideal.
Fuente: autobild.es