Nos surge la duda en ocasiones sobre la utilización de los términos "siniestralidad" y "siniestrabilidad". Ambas las vemos en los medios de comunicación, a veces utilizadas como sinónimos y otras con ligeros matices entre ambas, siendo usado "siniestrabilidad" como la posibilidad de tener un siniestro y "siniestralidad" la frecuencia de siniestros o "los ya ocurridos".
Pues bien, si se busca en el diccionario de la RAE (Real Academia de la Lengua Española), "siniestrabilidad" no aparece, aunque sí el término "siniestralidad" (frecuencia o índice de siniestros). En teoría, "siniestrabilidad" no debe decirse.
Existe un diccionario irónico y satírico llamado "Diccionario de Analfañol: el dialecto político, periodístico y cursi, al alcance de la mano" que ofrece ejemplos recogidos en los medios de comunicación en los que se utiliza incorrectamente "siniestrabilidad" en lugar de "siniestralidad. A continuación se reproduce lo anotado en este diccionario satírico:
"siniestrabilidad"
Es más larga que siniestralidad (que a su vez lo es más que accidente), y por tanto, mejor. ¡Dónde va a parar!
- f. Siniestralidad.
«Además de unos índices escalofriantes de siniestrabilidad laboral» (El País). Al tratarse de un texto redactado en correctísimo analfañol, no podemos saber a ciencia cierta si se refiere a la siniestralidad (índice o frecuencia de siniestros) o al número de fallecidos en accidentes laborales.
«Entre esos conductores hay un 30% menos de siniestrabilidad que entre quienes esperan a los 18 para ir a la autoescuela» (El Mundo). Es decir, que son menos propensos a palmar o, cuando menos, son menos accidentables."
Lo dicho, lo correcto es siniestralidad.
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