"Era pánico a llegar a una rotonda, era que las pulsaciones se triplicaban al adelantar en autopista, que sudaba sin parar al intentar cambiar de carril, era que mi cuerpo temblaba al ponerme a la altura de un camión, horror a que cambiara el semáforo en una zona de cuesta", describe Sandra C. al hablar de su amaxofobia, el nombre que recibe el pánico a conducir.
Este miedo a ir al volante "es una de las fobias más incomprendidas", pero "la recuperación es posible", ha dicho a RTVE.es la psiocóloga especializada Encarni Ayoso, que ha precisado que la sociedad no entiende cómo se puede temer una actividad tan cotidiana como es coger el coche.
"Si todo el mundo conduce, ¿por qué tú no lo vas a hacer? Solo tienes que tener práctica y ya verás como en unos meses...", le decían a Sandra C. sus familiares y amigos sin ser conscientes de que tenía un problema más grave.(Información)
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