De nuevo la crisis tiene buena parte de culpa de que la autopista de pago AP-7 haya sufrido durante los últimos años una auténtica sangría de vehículos, cuyos conductores están optando, cada vez con más frecuencia, por alternativas viarias libres de peaje. Concretamente, a su paso por la Comunitat, esta carretera registró 14,4 millones de desplazamientos en 2006, frente a los poco más de 5,5 millones del pasado año, según los datos facilitados por el Centro de Gestión de Tráfico de Valencia. Por tanto, en solo seis años la AP-7 ha perdido más del 61 por ciento de sus vehículos. A grandes rasgos, casi dos de cada tres usuarios de esta autopista ha dejado de utilizarla en este periodo de tiempo.
La primera gran caída de vehículos se registró en 2008, coincidiendo con el comienzo de la actual crisis económica, ejercicio en el que la AP-7 perdió más del 40 por ciento de sus usuarios en relación al año anterior. A partir de ese momento las reducciones han sido más progresivas.
A la actual recesión se suma también la continua subida del precio de los carburantes, el incremento de los peajes y la progresiva apertura de alternativas gratuitas como razones para justificar esta importante reducción, en opinión del director de proyectos de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), José Ignacio Lijarcio. (Seguir leyendo)
España es el segundo país en el que se ha notado un mayor descenso de atascos en las carreteras
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