El caso de un político británico que ha terminado entre rejas por un delito de
suplantación de identidad deja muchas dudas sobre si en España podría suceder lo
mismo
Hace unos días conocíamos la noticia de la
dimisión
de un influyente político británico por endosar una multa de tráfico a su
mujer bajo el amparo de la famosa «Identificación del
conductor». El exministro de Energía, Chris Huhne, se declaró
culpable de «obstrucción a la Justicia» después de que en 2003 señalara a su
mujer como responsable de una sanción por exceso de velocidad para no perder el
carné de conducir.
Huhne ya había perdido nueve puntos y según
su esposa, Vicky Price, fue él quien le «obligó a identificarse y asumir la
sanción». Ahora este exparlamentario se encuentra en prisión y asegura sentirse
«fascinado» por la experiencia ya que en la cárcel «hay algunas historias
muy buenas».
En España, la práctica de cargar las multas
de tráfico a un familiar se puso de moda en 2006, cuando entró en vigor el carné
por puntos. Fue en los primeros meses cuando proliferaron los foros y las webs
de compraventa de puntos, así como los llamadoscasos de «abuelos
infractores».
Se trata de familiares que cargan con las
multas con pérdida de puntos de sus parientes, aprovechándose de que la sanción
por «Incumplimiento de la obligación de identificar en tiempo y forma
al conductor responsable de la infracción» permite poner como titular del coche a otra persona
que no sea la infractora. (Información completa)
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