La odisea de Cándido no ha terminado todavía y todo parece apuntar a que la Justicia no le devolverá su vehículo en una larga temporada. Este joven murciano de 24 años que denunció el robo de su BMW-328 y que movilizó tres grúas el pasado jueves para poder sacarlo de la Rambla del Riacho de Alcantarilla, quedó detenido horas después de rescatar su coche de la rambla al haber simulado presuntamente un delito de robo.
A tal conclusión llegó la Policía Nacional de Alcantarilla después de que la Unidad de la Policía Científica acudiese al depósito municipal a inspeccionar el BMW-328, y concluyese que nadie más que su dueño había conducido el coche.
Según fuentes policiales, «no había huellas y el vehículo fue arrancado sin ser forzado. No hubo puente». Semejante detalle en un coche de alta gama no pasó desapercibido para los agentes. A partir de ahí, tiraron del hilo y comprobaron que el presunto robo del coche fue denunciado en la Comisaría del barrio de El Carmen a las tres de la madrugada del jueves y que solo cuatro horas después, a las 7.20, fue localizado en el Riacho de Alcantarilla. Demasiado rápido.
No tenía carné de conducir
Todas las miradas se centraron en el conductor y sonó la flauta. Fuentes de la investigación comprobaron que «Cándido L.M. tenía retirado el carné de conducir por orden judicial y antecedentes por otros delitos». Tras llegar a la conclusión de que el joven pudo sufrir un accidente en la rambla y debido a que tenía retirado el carné optó por denunciar el robo para evitar las consecuencias penales, los agentes reclamaron su presencia en Comisaría pero el joven se negó a prestar declaración.
Fue entonces cuando pasó de ser la víctima de un robo a quedar detenido por la Policía Nacional de Alcantarilla y pasar la noche en los calabozos de la Comisaría de El Carmen. Ayer mismo fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 9 de Murcia que lo dejó en libertad con cargos, acusado de un supuesto delito contra la administración de Justicia por simular un robo.
El juzgado también deberá determinar si Cándido condujo el vehículo y sufrió el accidente, lo que le supondría sumar otro delito por presunto quebrantamiento de condena al tener retirado el carné de conducir. Las consecuencias de esta supuesta mentira, también podrían ser económicas porque las aseguradoras podrían inhibirse del pago de las dos grúas movilizadas para sacar el BMW de la rambla, debido a que el coche no fue robado. Sin olvidar, los gastos en chapa y pintura. Las mentiras al volante salen caras. (Información completa)
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