El Congreso de los Diputados, gracias a la mayoría absoluta del PP, aprobó este jueves definitivamente la 18ª reforma de la Ley de Tráfico, con un paquete de novedades relacionadas con la seguridad vial en las carreteras y las ciudades, las cuales se aclararán en el nuevo Reglamento General de Circulación, cuya aprobación está prevista para antes del comienzo del verano.
El Pleno de la Cámara Baja aceptó todas las enmiendas acordadas en el Senado, esto es, la prohibición expresa de utilizar detectores de radares o cinemómetros (200 euros de multa y 3 puntos de pérdida en el carné de conducir), la ampliación a 20 días del plazo para pagar multas con el 50% de descuento, que los agentes no inmovilicen las bicicletas a los ciclistas que no lleven casco y que los conductores que circulen con un vehículo matriculado en otro país de la UE paguen las multas si cometen alguna infracción en España.
La portavoz del PP, María Concepción Bravo, señaló que los populares han intentado concitar “el mayor grado posible de consenso” con la modificación de esta ley y defendió que la nueva norma pretende “prevenir los accidentes de tráfico” y minimizar sus consecuencias, ante lo cual puso en valor la obligatoriedad del uso del casco en ciudad para los ciclistas menores de 16 años, lo cual, según aseguró, “va a traer como consecuencia que los adultos también nos lo vamos a poner”.
Además, señaló que la reforma legislativa pretende “cortar de raíz” la conducción bajo los efectos de las drogas y del alcohol, fomentar los sistemas de retención infantil, y el intercambio de información entre países de la UE para que los conductores extranjeros paguen las multas para evitar “la impunidad con la que todavía circulan los vehículos con matrícula extranjera que cada año recorren nuestras carreteras”.
Por su parte, el portavoz del PSOE, Juan Carlos Corcuera, calificó de “oportunidad perdida” la modificación de la ley de tráfico y acusó al Gobierno de intentar “hacer caja” con una norma “innecesaria, incompleta, improvisada y atropellada” que aumenta a 130 km/h el límite de velocidad en algunos tramos de autopistas y autovías, “a pesar de que está sobradamente demostrado que la velocidad mata”, y obliga al uso del casco para los menores de 16 años.
Corcuera subrayó que el texto “favorece los intereses de unos pocos”. “¿Que las concesionarias de autopistas de peaje tienen problemas por falta de vehículos? Subamos la velocidad. ¿Que algunos quieren hacer negocio con el sistema de puntos? Liberalicemos el sistema. ¿Que algunos pagan demasiado por los atropellos de especies cinegéticas? Que tenga la culpa el conductor, aunque haya respetado las reglas”, comentó.
El portavoz de CiU, Jordi Jané, lamentó que la modificación de la ley de tráfico no se haya hecho “desde el consenso”. “Lo hemos hecho mal, hemos legislado mal. Hemos hecho un ‘totum revolutum’ sin criterio. No sabemos qué prisas hay para acometer de esta forma esta reforma”, añadió.
Jané valoró que el texto obligue al uso del casco a los ciclistas menores de 16 años en las ciudades, que el plazo voluntario para pagar multas con el 50% de descuento se amplíe de 15 a 20 días naturales y que multa de 1.000 euros con conducir borracho se limite a quienes hayan reincidido en un año o hayan duplicado la tasa reglamentaria. (Seguir leyendo)
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