martes, 18 de marzo de 2014

Sarai García Hojas, neuropsicóloga: "¿Cómo afecta la fatiga y la somnolencia a la conducción?"

A la hora de conducir, nuestro cerebro está activando una gran cantidad de funciones cognitivas; desde la atención, la memoria, la percepción…hasta la planificación y ejecución de las acciones. Quizá sea la conducción de un vehículo una de las actividades que más desgasta nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Todo ello puede generar un estado de fatiga o somnolencia que afecta a nuestra forma de responder ante los diferentes estímulos presentes en la carretera. Por ello, los expertos hablan siempre de descansar al menos cada dos horas de conducción. Sin embargo, muchas veces, por las prisas por llegar o por demandas laborales preferimos continuar conduciendo a pesar del cansancio, sueño o fatiga. Por eso hoy me propongo demostrar las consecuencias que tiene una conducción bajo estas situaciones y la importancia que tiene tanto para nuestro cerebro como para nuestro cuerpo el descansar, ya que se ha visto que la somnolencia es la causante del 20% de los accidentes automovilísticos.

La fatiga implica una disminución en el nivel de alerta percepción y conciencia, afectando a su vez a los procesos psicomotores del conductor. La sensación de fatiga tiene una función protectora en el organismo, señala que nuestras facultades están llegando al límite de sus posibilidades. La fatiga puede deberse a varios factores como son un número excesivo de horas conduciendo o laborables, la monotonía en la conducción, mantener un excesivo calor dentro del coche, horarios rotativos, privación de sueño o la conducción en determinadas horas (2-6 am/2-4 pm) entre otros. La presencia de fatiga influye negativamente en nuestro tiempo de reacción  nuestra capacidad de vigilancia, juicio y atención, así como en nuestra velocidad de procesamiento. Estas funciones son elementales para una adecuada conducción.


¿Cómo podemos reconocer la fatiga? 


En ocasiones la fatiga se ve reflejada cuando nos cuesta concentrarnos en la carretera y realizamos maniobras casi inconscientes y con escasa calidad. También podemos observar estados de aburrimiento, ansiedad, irritabilidad, inestabilidad o aturdimiento y pesadez corporal. Muchas veces, la fatiga puede acompañarse de somnolencia, aunque no necesariamente. 


¿Qué medidas preventivas podemos adoptar?


Primero debemos reconocer la importancia que tiene la fatiga y la higiene del sueño en la conducción, tanto por parte de particulares como por parte de profesionales y empresas. Para prevenir la fatiga podemos seguir los siguientes consejos:
    • Dormir adecuadamente la noche anterior de realizar el viaje (entre 7 y 8 horas)
    • Realizar paradas de 15 minutos cada 2 horas o 200 km, donde poder estirarse e ingerir un refresco.
    • En caso de condiciones atmosféricas adversas será necesario parar antes de las 2 horas, ya que nuestro nivel atencional en estas situaciones se incrementa y nos fatigaremos antes.
    • No realizar comidas copiosas antes de la conducción.
    • Mantener una temperatura de 21º en el coche y conducir con un ropa cómoda y transpirable
    •  Evitar la música relajante
    • Evitar momentos del día de mayor somnolencia.

Sarai García Hojas. Neuropsicóloga.

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