Una calle llena de bicis es garantía de una ciudad con apenas ruido atmosférico. Es quizá una de las ventajas menos comentadas de este medio de transporte. Pero hay quienes están dispuestos a renunciar al silencio a cambio de asegurarse más seguridad en la calle. Es lo que propone Hornit, un timbre para bicis con capacidad para sonar hasta 140 decibelios.
La clave de una buena seguridad vial para la bici está en un buen posicionamiento en la carretera. En hacerse visible y previsible ante los conductores. Para Tom de Pelet, creador del artilugio, esto no es siempre suficiente. «Tampoco basta con llevar ropa muy llamativa ya que esto solo te ayuda si el conductor mira bien».
Durante sus 5 años como abogado en Londres, de Pelet se hacía una hora en bici al día. «Me encontré con conductores que hacían giros sin mirar bien o simplemente porque no sabían que me dirigía en su dirección. En una situación similar, cuando un coche o una moto pitaban se evitaba una posible colisión con facilidad (…) De hecho un 57% de los accidentes en bici en Reino Unido son causados por conductores que no miran adecuadamente».
Sobre si podría llegar a ser una traición a los valores de la bici por el ruido que ocasiona, el británico defiende que su cometido es aportar más seguridad al ciclista «y eso es lo que consigue. Me encanta el silencio y me gustaría que no necesitásemos llevar un claxon. Tengo incluso una cadena Belt Drive porque me encanta el silencio de montar en bici. Aun así, hay ocasiones o emergencias en las que un ciclista necesita avisar a otros usuarios de la carretera para evitar una colisión, lesiones o incluso la muerte. Solo necesitas accionarlo unos segundos para evitar situaciones potencialmente peligrosas. Está diseñado para ser utilizado cuando realmente lo necesitas, para decir que estás allí al igual que un coche o una moto. Luego sigues tu camino en silencio».
«Lo que me diferencia de las demás es que el Hornit tiene un gatillo que se instala en el manillar en el lugar donde se encuentran los dedos pulgares. De esa forma puedes frenar y accionar la bocina al mismo tiempo sin desastabilizar la bicicleta».No es el único que ha diseñado un timbre ruidoso para bicis. Un artículo de London Cyclist describía otras opciones que han salido al mercado como Loud Bicycle, que consiguió 50.000 dólares en Kickstarter. Los inventores del Orp Smart Horn también optaron por la plataforma de Crowdfunding para hacer viable su producto. En el caso del modelo Air Zound, sus creadores han optado por una opción mucho más rudimentaria que consiste en instalarse una especie de bocina de aire en el manillar.
Aunque algunos puristas se rasguen las vestiduras, de Pelet afirma que sus beneficios superan con creces los inconvenientes. «Es el equivalente al sonido que se emite en un concierto de rock. El ciclista tiene que decidir si merece la pena pasar un segundo o dos en un concierto de rock en lugar de sufrir un posible accidente».
/www.yorokobu.es
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