Los coches de los 28 estados miembros necesitarán pasar la primera ITV a partir de los cuatro años y luego cada dos
El pleno de la Eurocámara aprobó el pasado mes de marzo de forma definitiva una norma que unifica las reglas que rigen las inspecciones técnicas de vehículos (ITV) en toda la UE con el objetivo de mejorar la seguridad vial. Los coches deberán pasar la primera ITV a partir de los cuatro años y luego cada dos, mientras que en el caso de las motos se deja a los Estados miembros libertad para fijar la frecuencia de las inspecciones.
En España, las inspecciones de turismos se empiezan a realizar a partir del cuarto año y son anuales a partir del noveno. Las motocicletas y ciclomotores ya están sometidos a inspecciones cada dos años a partir del quinto. La nueva norma, que ya ha sido pactada con los Gobiernos, permite a los Estados miembros fijar requisitos más estrictos.
Las autoridades deberán además someter a inspecciones técnicas en carretera al menos el 5 por ciento de los vehículos comerciales de toda Europa cada año. Con el fin de reforzar el proceso de estas inspecciones en carretera, los Estados miembros deberán crear su propio ranking de marcas de vehículos comerciales, destacando aquellas con peores resultados en test de seguridad y premiando a las empresas que obtengan mejor puntuación.
El texto negociado por el Parlamento y el Consejo amplía las inspecciones periódicas a las motocicletas a partir de 2022, a no ser que los países propongan medidas de seguridad alternativas para estos vehículos. Serán los Estados miembros los que decidan los métodos y la frecuencia de las inspecciones, que afectarán a las motos de más de 125cc.
A partir de la entrada en vigor de la nueva ley europea, los países de la UE estarán obligados a reconocer cualquier certificado de inspección técnica válido emitido por otro Estado miembro. Además, se simplificarán los requisitos para volver a matricular un vehículo en otro país de la Unión.
Se considera que el fraude en los cuentakilómetros afecta a entre el 5 y el 12 por ciento de las ventas de vehículos de ocasión, lo que supone un coste de varios miles de millones de euros cada año, y se traduce en una evaluación incorrecta del estado de un vehículo. Para combatir este tipo de fraude, el Parlamento obligará a registrar el kilometraje en los certificados y exámenes de cada ITV periódica. Las autoridades nacionales deberán además imponer castigos eficaces contra la manipulación del kilometraje.
Según cifras de la Comisión, las deficiencias técnicas de los vehículos provocan más de 2.000 víctimas mortales al año en la UE. Entre 900 y 1.100 de esas muertes podrían haberse evitado si se hubiera perfeccionado el sistema de inspecciones técnicas. (Información)
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