La Guardia Civil localizó mensajes con la programación de sus servicio
Los equipos de investigación de la Guardia Civil de Tráfico continúan con las indagaciones para tratar de saber de dónde ha salido el listado con la programación de sus servicios de vigilancia en las carreteras y que se distribuyó por medio de mensajes de WhatsApp y entre los contactos que están incluidos en esos grupos, alrededor de cincuenta en cada uno de ellos. Y como resultado de esas investigaciones, los agentes del GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) imputaron ayer a tres personas más, al parecer vecinos de de la provincia de Pontevedra.
Los tres están imputados por un delito de revelación de secretos, supuestamente cometido al difundir la programación de los servicios de vigilancia de la Guardia Civil de Tráfico. La misma imputación le fue atribuida al otro pontevedrés que fue detenido hace unos días por el mismo motivo, por la difusión de los listados con los servicios de la Guardia Civil de Tráfico .
Los investigadores del GIAT centran ahora su trabajo en la búsqueda del origen de la información interna que ha sido revelada mediante mensajes de WhatsApp. Y para ello cuentan con el apoyo de agentes especializados en la investigación de delitos tecnológicos. Estos expertos están realizando continuos rastreos por los grupos de contactos para tratar de localizar dónde se inició la difusión de la información por la que ya han sido imputadas cuatro personas. Los agentes siguen tirando del hilo de la conocida aplicación de mensajería instantánea, por lo que no se descarta que se produzcan nuevas imputaciones en las próximas horas, según algunas fuentes conocedoras de aspectos relacionados con la investigación.
Los agentes al cargo de este caso también rastrean otras redes sociales, en las que se informa de forma legal de la posición de patrullas de vigilancia visibles en la carretera, para comprobar si en alguno de los mensajes se ha incluido el listado oficial que ha provocado el inicio de esta investigación. Fue uno de los agentes que se infiltran en esos grupos de mensajería el que descubrió que se estaba difundiendo una información interna.
¿Sabían lo que difundían?
Fuentes jurídicas indicaron ayer que ahora el debate se centra en saber si las personas que han sido imputadas sabían o no que estaban difundiendo información secreta que no podría ser revelada. Las mismas fuentes sostienen que en este tipo de casos el que comete un delito es quien tiene obligación, por su cargo, de mantener el secreto de la información que conoce.
En todo caso, el envío de mensajes para avisar de controles de tráfico, que no está regulado legalmente, ha obligado a la Guardia Civil a cambiar su estrategia de vigilancia en las carreteras. (Información)
www.lavozdegalicia.es
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