- Se trata de conseguir que la velocidad sea considerada socialmente incompatible con la seguridad vial a semejanza del alcohol o no utilizar el cinturón o el casco.
- En 2013, 366 personas fallecieron y 1.518 resultaron heridas graves en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes
La Dirección General de Tráfico pondrá en marcha una campaña de intensificación de la vigilancia y control de la velocidad desde este lunes, 18 de agosto, y hasta el próximo día 24. El objetivo es concienciar sobre la peligrosidad del exceso de velocidad en la conducción, así como ejercer una labor preventiva con presencia de patrullas, a la vez que se vigilan y controlan los excesos de velocidad mediante radares fijos, estáticos y móviles.
Se trata de conseguir que la velocidad sea considerada socialmente incompatible con la seguridad vial a semejanza del alcohol o no utilizar el cinturón o el casco.
Pese a que la mayoría de los conductores circulan a la velocidad establecida, todavía hay más de un millón de conductores que el año pasado en los controles practicados excedían los límites de velocidad.
La DGT ha tomado la decisión de realizar esta campaña (la decimoséptima llevada a cabo desde 2005) ante la incidencia negativa que tiene la velocidad excesiva, ocasionando gran número de accidentes mortales, que hace necesario seguir incrementando los esfuerzos en el control y la vigilancia de la misma.
El incumplimiento de los límites de velocidad está tipificado como infracción grave o muy grave, sancionadas con multas de 100 a 600 euros y la retirada entre 2 y 6 puntos.
Superar en 60 kilómetros por hora en vía urbana, o en 80 kilómetros por hora en vía interurbana la velocidad permitida reglamentariamente, será castigado con pena de prisión de tres a seis meses o a la pena de multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y en todo caso, a la privación del derecho a conducir por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Cumplir con los límites legales de velocidad podría evitar una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico. En 2013 en nuestro país, 366 personas fallecieron y 1.518 resultaron heridas graves en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes. 233 de las muertes y 958 de los heridos graves lo fueron en accidentes ocurridos en vías convencionales.
A partir de 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón se salve en un atropello, mientras que a 30 kilómetros por hora el riesgo de muerte del peatón se reduce un 10%, según se detalla en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Alrededor de 1,2 millones de conductores fueron detectados el año pasado circulando con exceso de velocidad en los controles practicados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, e indicó que la velocidad estuvo presente en un 22% de los accidentes mortales en 2013.
La velocidad genérica máxima para automóviles y motos en autopistas y autovías es de 120 km/h, de 100 ó 90 km/h en las carreteras secundarias (según la anchura del arcén) y de 50 km/h en las ciudades.
Según el estudio SARTRE 3, financiado por la UE sobre comportamientos y actitudes sociales, el 25% de todos ciudadanos de la UE admiten superar los límites de velocidad en las autopistas y autovías y el 13% en las carreteras convencionales.
El Estado ha recaudado en multas más de 182 millones de euros
El Estado ha recaudado en multas de tráfico, entre el 1 de enero y el 14 de julio de 2014, un total de 182.595.550,86 euros. Así lo ha hecho saber el Gobierno, en respuesta en el Congreso a una pregunta formulada por el Grupo Socialista, a la que ha tenido acceso Europa Press. En esta cifra no están incluidos los datos de Catalunya y País Vasco, las dos únicas autonomías con competencias en materia de tráfico.
La provincia que más recaudación ha registrado es Madrid, que supera los 20 millones de euros, por delante de Sevilla, con más de 10 millones, Valencia, con más de 9.800.000 y Málaga, que pasa de los 8 millones.
Por autonomías, también lidera Castilla y León, con un total de 22.101.431 euros recaudados. En segundo lugar se encuentra la Comunidad de Madrid, con 20.517.316 euros, Comunidad Valenciana, con 20.164.577, Andalucía, que registra 39.250.326 euros y Castilla-La Mancha, con 16.512.218 euros.
Del mismo modo, en Galicia se ha recaudado un total de 13.321.000 euros y en Canarias 9.581.690 euros, algo por encima de Aragón, en donde se acumularon 9.062.543 euros. En Extremadura sumaron 6.030.638 euros, en Murcia 5.590.488 euros, en Asturias 4.450.476 euros, en Cantabria 2.830.725 euros, en La Rioja 1.934.924 y en Ceuta y Melilla, un total de 490.184 euros entre las dos ciudades. (Información)
No veo nada en el desarrollo de la noticia que explique el titular, salvo lo relativo a vías urbanas, lo que no es ninguna novedad. La noticia me parece sumamente alarmante, demagógica, imprecisa y con unas cuantas falsedades que flaco favor hacen a la seguridad vial por la que aboga. Por ejemplo, cuando dice:
ResponderEliminar“Se trata de conseguir que la velocidad sea considerada socialmente incompatible con la seguridad vial a semejanza del alcohol o no utilizar el cinturón o el casco.”
Empezando por el final, desde luego no utilizar cinturón o casco, según proceda, es una estupidez; aunque no llevar casco sólo puede suponer daño para uno mismo, de igual modo que si en un coche viaja sólo el conductor y sin cinturón. Pero comparar la velocidad (nada dice de exceso o no) con la ingesta de alcohol es una falacia. Además, se puede tomar alcohol y conducir. Y aunque se hablase de exceso de velocidad, nada tiene que ver con el exceso de alcohol.
Superar las velocidades máximas permitidas, en sí mismo, no tiene porqué suponer ningún riesgo para nadie, y pueden ser perfectamente adecuadas. Lo contrario, circular dentro de los límites a velocidad inadecuada, siempre es peligroso. Siempre. Con un riesgo potencial de accidente muy elevado. Y, qué curioso: nadie controla esto nunca, salvo algunas veces, a toro pasado, después de producirse un accidente. Muy curioso.
Por otra parte, estamos hartos de conocer denuncias por excesos de velocidad que superan los 200 km/h sin que pase absolutamente nada. Aquí mismo, en el post anterior hay un ejemplo de ello, y en la misma noticia se cuenta que un hombre ha fallecido tras sufrir un accidente con un quad, y dudo mucho que hubiese ningún exceso de velocidad en ese caso.
Centrar la política de tráfico (me niego a decir “seguridad vial”, pues no es cierto) en una represión sistemática y dura de los excesos de velocidad, justificándola con regulares campañas de publicidad que alimentan el miedo, hace que la mayoría de los conductores, no todos, pero sí la mayor parte, se dividan en dos grandes grupos: El más numeroso de estos lo componen conductores temerosos que antes se dejarán embestir por un camión que superar un límite (entre otras cosas porque al camión ni lo verán), no sabrán llevar el coche recto por lo negro, frenarán en plena curva e in extremis, superarán límites específicos (los más importantes), etcétera. Los conductores del otro grupo sólo evitan las multas, no tienen miedo, pero se aburren soberanamente, así que procuran entretenerse con los distintos sistemas de conectividad que tienen sus coches, sus smartphones, sus apps... Caramelos que ofrecen los fabricantes como puro recurso de marketing sin que papá Estado diga ni pío. Otra cosa muy curiosa. Con este panorama, ¿cómo no van a salirse tantos de la vía?
Podría seguir, como pueden ver este asunto me cabrea mucho; pero bueno, me he desahogado, y, ¿quién sabe?, igual ayuda a alguien a quitarse la venda.
Un saludo.