![[AET]](https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhPsDLpqsZdwdUXu_6x1dUt3MqdbXFCJozT2JRmKWTVt13LFXtzaZHvG4SoeEKyQ6aGY8ZA7mjoHfMcxu5dZVBV4tojR0GV9beEyroDiMH4E18W1LKToAWHFSHkoa1uKLAaqJvdGn9BSOOZxROGuTZ_3S21jZG9c4uPFYs8LtjZ74yFyAovEQx7G9dt=s910)
Una vez más, debemos
lamentar una
nueva agresión a un compañero funcionario examinador perteneciente
a la
Jefatura de Granada. Y de nuevo se produce en la comunicación del
resultado de
la prueba al alumno.
El jueves pasado,
después de
realizada la prueba preceptiva a un alumno aspirante al permiso de
conducir clase
B y al no estar de acuerdo con la calificación de la prueba cuyo
resultado fue
comunicado por el propio examinador, tal y como ordena la
Dirección General de
Tráfico, se produjo una agresión cuya consecuencia más inmediata
ha sido la
oportuna denuncia ante la Policía que instruirá diligencias de
tipo penal
contra el alumno al haber un parte de lesiones.
Desde la Asociación
de
Examinadores de Tráfico ASEXTRA, una vez más pedimos a la
directora general de
Tráfico y su equipo directivo que sopese la
procedencia de la obligación de dar los resultados de la prueba in
situ, dentro
de un vehículo exponiendo a sus funcionarios a riesgos ciertos de
sufrir
agresiones, algunas de ellas graves o muy graves.
En otros países de
nuestro
entorno más inmediato, perfectamente avanzados y democráticos como
Francia, se
mandan por correo los resultados de las pruebas y nadie cuestiona
en este país la
idoneidad del método ni pone en duda el formato. ¿Por qué en
España se obliga a
los funcionarios a correr este riesgo?
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