Las autoridades de la región francesa de Borgoña han instalado unas polémicas señales de tráfico para intentar reducir la velocidad de los automóviles. Tras probar varios métodos que resultaron no ser efectivos, han colocado señalizaciones en las que se puede leer: “Todavía quedan niños por aplastar, puede acelerar” (“Il reste encore des enfants à écraser, vous pouvez accélérer”).
“Todavía quedan niños por aplastar, puede acelerar”, eso es lo que pone en las nuevas ypolémicas señales de tráfico francesas (“Il reste encore des enfants à écraser, vous pouvez accélérer”). Las autoridades de la región de Borgoña han decidido implantar esta peculiar señalización tras haber probado diferentes métodos para reducir la velocidad de los automóviles. Este mismo letrero llevaba utilizándose con éxito desde hace cuatro meses en la población de Bretenières, al sur de Dijon.
Tras haber instalado diferentes medidas para reducir la velocidad de la circulación, como badenes, pequeñas rotondas o implantar un límite máximo de 30 km/h, las autoridades de la región francesa de Borgoña han decidido optar por una solución drástica (y polémica): colocar en los puntos conflictivos señalizaciones en las que se puede leer: “Todavía quedan niños por aplastar, puede acelerar”.
Todo menos convencional, esta polémica señal de tráfico francesa ha provocado el enfado de muchos vecinos, que han enviado multitud de cartas a los medios de comunicación locales expresando su malestar. Los responsables políticos han respondido diciendo que ha sido una decisión muy meditada y que se ha implantado con la esperanza de que los conductores reduzcan su velocidad cuando pasen por una recta que está ubicada justo delante de un colegio (donde se registraban constantemente velocidades superiores a los 70 km/h). (Información completa)
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