LLega el verano y las matriculaciones en las autoescuelas aumentan exponencialmente. Los chavales que cumplen 18 años concluyen el curso y tienen por delante dos o tres meses con tiempo libre suficiente para sacarse el carné . Y, claro, a todo el mundo le entran las prisas para pasar rápidamente la prueba teórica y la práctica. Pero hay un problema, los cuatro examinadores con que cuenta la Jefatura Provincial de Tráfico no dan a basto en época estival para atender de forma inmediata toda la demanda.
Miguel Martínez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Burgos (Apab), estima que este verano pueden acumularse retrasos en la realización de exámenes de unas tres semanas desde que se solicita fecha y hora a la Jefatura. «Nosotros damos un servicio a nuestros clientes, pero si luego ha de transcurrir demasiado tiempo desde que terminan las prácticas hasta que es el examen no es bueno», resalta.
Raúl Galán, jefe provincial de Tráfico, admite que excepcionalmente ha podido producirse una demora que «al final no es superior a 10 días hábiles». En todo caso el problema existe, porque ha solicitado a Madrid el refuerzo de un examinador, pero la DGT aún no ha confirmado si podrá venir porque hay demanda en otras provincias. Aun con este quinto efectivo -si llegara- Galán acometerá la reorganización de las pruebas «para aprovechar al máximo la capacidad de examen».
Una plaza convocada
Asimismo, está en trámite una oposición para cubrir una vacante en la provincia de Burgos, enmarcada dentro de la convocatoria general para el resto de España, «pero los candidatos tendrán que pasar un proceso de selección bastante duro y, si no resultan aptos, no se cubriría», advierte.
Galán explica que durante el resto del año no hay retrasos y se examina a demanda, algo que admiten las autoescuelas. En marzo de 2011 en Burgos había una plantilla de 8 examinadores, que finalmente se han quedado en cuatro. Las vacantes que han dejado los funcionarios que se han jubilado no han sido cubiertas por el freno a la contratación pública por culpa de la crisis. También es verdad que a medida que avanzaba la crisis la reducción de efectivos ha ido acompañada de la caída en paralelo de la demanda, llegando a un decrecimento de hasta el 60% de ésta, afirma el jefe provincial de Tráfico.
Durante el resto del año, la disminución de la plantilla, añade, «no ha visto hasta ahora comprometida la capacidad de la Jefatura porque ha sido en paralelo, por desgracia, a la reducción de alumnos en las autoescuelas». Asimismo, indica que la Jefatura «no puede dimensionar una plantilla que trabaja todo el año en función de picos de demanda determinados, pues sería malgastar recursos públicos».
Miguel Martínez está de acuerdo en que «no se pueden derrochar recursos hoy en día», pero se le antoja que una disminución del 50% de la plantilla «es mucha reducción en tan pocos años». Advierte de que a medida que se salga de la crisis, «las matrículas irán en aumento y la plantilla de examinadores deberá estar dimensionada para realizar las pruebas». Por eso entiende que su plantilla ha de ir adecuándose a la que pueda ser necesaria en los próximos ejercicios. (Información)
Fuente: www.diariodeburgos.es
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