lunes, 29 de junio de 2015

Ford ahora diseña bicicletas, porque sabe que en el futuro el coche privado se va a acabar


En Ford son conscientes de que el coche en propiedad perderá peso en los próximos años a favor de alternativas de movilidad como el coche compartido.





ford-bicicletas-01-1440px


¿Qué diría Henry Ford si viera lo que nos ha dejado su “democratización” del automóvil? Cuando vislumbró la posibilidad de que los trabajadores de sus fábricas pudieran permitirse un coche, es probable que no imaginase que esos mismos coches acabarían convirtiéndose en un problema con el desarrollo industrial y la congestión urbana. Es probable que no se imaginase que el resto del mundo viviría su particular “sueño americano”, y que los ciudadanos de tantos países emergentes aspirarían a tener un coche en propiedad. Es probable que no se imaginase que llegaría un punto en que tener un coche en propiedad sería un problema, y la humanidad tendría que hallar soluciones alternativas, como regresar a la bicicleta. Y tal vez sea esa la razón por la que Ford ahora se ha propuesto diseñar bicicletas, o que los conductores londinenses utilicen sus coches, sin gozar realmente de su propiedad.

Ford imagina ya un futuro en el que seguirá habiendo coches, faltaría más, pero sus conductores no serán necesariamente sus propietarios. Ford ha puesto su objetivo en la Generación Y, los Millenials, los nacidos entre los años 1981 y 1992. Y ha descubierto que el interés de este grupo de población apunta cada vez más hacia posibilidades como alquilar sus pertenencias para obtener una fuente de ingresos adicional, compartir viajes en coche (el formato BlaBlaCar), o incluso abogar por utilizar bienes compartidos para ahorrar a fin de mes.

Y es por eso que ya no solo se plantea el coche como la alternativa de transporte privado más versátil y flexible, sino el transporte intermodal. ¿Y qué significa eso?

En muchas ciudades, la posibilidad de ir en coche de casa al trabajo, y del trabajo a casa, sencillamente no es viable. De ahí que surjan alternativas, como realizar parte del trayecto en vehículo privado, y el resto en transporte público o bicicleta. Es lo que Ford ya denominaría como transporte “multimodal”.

Bajo esa filosofía de utilizar diferentes medios de transporte, la versatilidad del coche privado acaba reduciéndose. Y al final nos encontramos con muchos conductores que sencillamente no necesitan un coche privado. Precisamente con ese objetivo Ford habría diseñado diferentes soluciones, como bicicletas plegables, incluida una eléctrica con capacidad para alcanzar velocidades de hasta 25 km/h. Esas bicicletas plegables podrían alojarse con facilidad en el maletero de un vehículo, como un coche compartido, o viajar con nosotros en transporte público.

Esa misma filosofía sería la que ha llevado a Ford a estrenar un programa piloto de car sharing en Londres, una ciudad en cuyo centro el uso del coche privado es particularmente complicado. Ford ha comenzado con una flota de 50 coches – Ford Focus Electric – en 20 localizaciones diferentes y con 2.000 clientes.

¿Dejaremos de comprar coches para dedicarnos, única y exclusivamente, a utilizar coches compartidos? Algún día, tal vez… (Información)

www.diariomotor.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para hacer comentarios en el blog de Asextra, debes estar registrado.