En el día de hoy,
ha sido presentada en el registro oficial la convocatoria de
huelga de examinadores y otro personal específico de la
Dirección General de Tráfico.
Ante el caos
organizativo y la deriva en la que está inmerso el organismo de
Tráfico, el colectivo examinador y otros puestos de trabajo
dentro de la DGT han considerado
inevitable la presentación de esta convocatoria de huelga
que consistirá en paros parciales de tres horas al final de la
jornada, todos los días de la semana, con carácter indefinido, a
partir del 14 de septiembre.
La convocatoria ha
sido presentada por los sindicatos CGT y CSIF, con el apoyo de
la Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA) y la adhesión
del sindicato USO. Otras
formaciones, aunque ven motivos más que suficientes para las
movilizaciones, prefieren esperar a que la DGT realice las
gestiones que dice estar realizando ante el Ministerio de Hacienda con
el fin de proporcionar una subida de retribuciones.
No obstante
muchos examinadores no
afiliados o afiliados a
sindicatos no convocantes de esta huelga, han
mostrado interés en sumarse a los paros a título personal,
incluso formando parte del comité de huelga, ya que consideran y
consideramos la mayoría que la
situación en la Dirección General de Tráfico es insostenible.
Ya en anteriores
comunicados que ha emitido esta Asociación se insistió en la
necesidad de reestructurar este sector y crear la escala de
técnicos de seguridad vial, con oposiciones propias para
facilitar el acceso de todas aquellas personas que por vocación
y formación quisieran ser funcionarios examinadores de Tráfico.
Una propuesta avalada por
diferentes informes jurídicos encargados por ASEXTRA y de
absoluta viabilidad en la Administración actual, pero que la DGT
se ha negado siempre a considerar. Esta escala propia y
profesional , sin duda sería la solución definitiva,
proporcionando un colectivo formado y en número suficiente para
atender la demanda. Además
de seguir siendo funcionarios los que sigan evaluando a los
ciudadanos, como garantía de sus derechos al ser independientes
de intereses económicos, políticos o de cualquier otra índole.
Se ha solicitado
también que no se obligue a los funcionarios examinadores a dar
el resultado de las pruebas prácticas in situ, por ser un foco
de problemas y agresiones. Desde
este colectivo se ha intentando hacer ver la diferencia entre
dar explicaciones a las que no nos oponemos y dar el resultado,
que se podría hacer en momento distinto de la prueba y por
métodos tecnológicos. La directora general ha dicho que este
punto es "innegociable" apelando al carácter pedagógico de esta
medida que ni la normativa ni los profesionales ven por ningún
lado.
No entiende el
colectivo que el resultado del teórico se facilite al día
siguiente o días después y no suponga ningún problema para nadie
y el resultado del práctico haya de darse en el acto, poniendo
en peligro la integridad física de los examinadores, así como
someterlos a malos modos cuando no insultos de algunos
energúmenos, cada vez en más número, que acceden a las pruebas.
Insistimos, no es lo
mismo dar explicaciones, a las que como profesionales que
somos, no nos oponemos y además, creemos que son necesarias,
pero esto no es lo mismo que dar el resultado, que
perfectamente se podría dar al
final de mañana o incluso enviarse por medios tecnológicos, como
por otra parte se hace en la mayoría de países. La
obcecación de los actuales responsables de Tráfico en este punto
es incomprensible para el colectivo examinador y está suponiendo
un punto importante de fricción entre ambas partes.
Otro de los puntos
básicos de disputa es el número de pruebas adecuado para cumplir
con el protocolo de calidad dictado por el mismo organismo. Los
examinadores piden que se revise el cupo por examinador y día y
se reduzca con el fin de dar tiempo a los profesionales para que
verdaderamente se hagan esos exámenes de calidad que todos
pretendemos y que la ciudadanía espera. Desde la DGT se niegan a
cualquier cambio en este punto.
También se ha
pedido una retribución acorde a las altas responsabilidades que
conlleva esta labor, además de sus riesgos. Es incomprensible e
injusto que apenas haya diferencia de remuneración con otros
puestos de oficina de la Dirección General de Tráfico que no
tienen horario especial ni
corren los riesgos de accidentes, agresiones, etc. que soportan los funcionarios examinadores. En
este punto la DGT reconoce que este puesto de trabajo está
insuficientemente valorado económicamente, pero dicen que no
depende de ellos elevarlo, aunque se han comprometido a realizar
gestiones ante Hacienda. Gestiones
que parece se van a alargar durante meses y el colectivo
examinador no puede esperar más.
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