miércoles, 26 de agosto de 2015

La policía portuguesa se declara en huelga de multas durante un mes

Hasta finales de septiembre los agentes lusos no denunciarán infracciones de tráfico como protesta ante el Gobierno

Conducir sin cinturón de seguridad o hablando por el teléfono móvil, aparcar en algún lugar prohibido o no señalizar una maniobra con un intermitente son algunas de las infracciones que desde el lunes quedan impunes en Portugal, tanto para conductores lusos como extranjeros, muchos de ellos procedentes de las provincias de Badajoz y Cáceres. Desde el pasado día 24, los 23.000 agentes de la PSP (Polícia de Segurança Pública) se encuentran inmersos en una huelga de brazos caídos a la hora poner multas.

Cuatro sindicatos policiales del país vecino tomaron la decisión de instar a los agentes a que no sancionen las infracciones de tráfico como protesta ante el gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, que no ha aprobado los cambios en el estatuto profesional que regula la actividad de los policías portugueses. La huelga de multas continuará hasta el mes de septiembre, a no ser que la situación cambie en el próximo Consejo de Ministros, que tendrá lugar mañana.

En el primer día de convocatoria, la huelga tuvo una fuerte adhesión por parte de los agentes, según los sindicatos. Tal y como publica en su edición digital el Diário de Noticias, durante esta jornada se han producido algunas situaciones curiosas en el país vecino. Una de ellas tuvo lugar en la localidad de Faro, en el Algarve, cuando una pareja de policías paró a un conductor que no había señalizado una maniobra con el intermitente y el automovilista «recordó al policía, con alguna osadía, que era el primer día de huelga y que, por ello, el agente debería ser comprensivo», señala el diario. La huelga de multas se centra en el tráfico, pero podría aplicarse a otras infracciones.

Esta huelga tiene, no obstante, algunos límites. Los infractores se librarán de las sanciones «siempre que no esté en riesgo el interés público o la vida de cualquier ciudadano», aseguró el dirigente sindical Paulo Rodrigues.

Repercusiones millonarias

Esta huelga está enmarcada en una serie de acciones de los sindicatos policiales para protestar contra la no aprobación de las modificaciones del estatuto policial, a lo que, según las declaraciones del propio Rodrígues recogidas por el Diário de Noticias, el Gobierno se comprometió hace cuatro años. Los sindicatos, además, quieren llamar la atención sobre el propio hecho de poner multas, y solicitan así que los policías realicen tareas más enfocadas a la pedagogía de los ciudadanos que a la «represión» a través de las sanciones.

Además, los agentes de la PSP no están solos en estas protestas, puesto que desde la Asociación Nacional de Guardias, que representa a la GNR, han asegurado que acompañarán a los policías para que logren sus reivindicaciones.

Anabela Rodrigues, la ministra de Administración Interna, de quien depende este conflicto, aseguró que el proceso legislativo de este estatuto estará terminado antes de que concluya el mes de agosto. Las consecuencias que esta huelga de multas puede tener para el estado portugués no son solamente las de un conflicto abierto con sus fuerzas de orden público, sino que también suponen un problema económico. Según el periódico Correio da Manhã, el estado luso dejará de ingresar unos ocho millones de euros si la huelga se mantiene durante un mes. (Información)

www.hoy.es

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