Después de tres años de recortes más dos de la era Zapatero, Mariano Rajoy ha querido tener undetalle con los castigados funcionarios en los Presupuestos Generales de 2016, ahora que asoman a la vuelta de la esquina las elecciones generales. El PP parte con ventaja, según el último CIS, y quiere consolidarla, ofreciendo la zanahoria tras tres años de palos.
Rajoy considera que sus esfuerzos, léase ; congelación de sueldo durante cinco años, aplazamiento de las pagas y supresión de días de permiso, han contribuido a la leve mejora de la situación económica del país y por ello, quiere devolverles algo de lo que un día se les quitó.
En enero de 2016, los funcionarios recuperarán la mitad de la paga extra que les fue retirada en 2012 y antes de las elecciones, habrán recuperado otro 25% de la misma.
A esta generosidad, se suma una subida salarial del 1%, que le costará al estado 883 millones de euros.
Además, para que no se diga que este Gobierno no esta concienciado en materia de conciliación familiar, las empleadas públicas embarazadas recibirán permisos retribuidos desde la semana 37 de embarazo (Los embarazos duran 40 semanas).
Los funcionarios recuperarán, además, los moscosos que les habían retirado desde 2012 y los días adicionales por veteranía en la función pública, hasta tres: uno a partir del octavo trienio, dos con 10 trienios y tres al llegar a los 12 trienios.
También las plantillas de empleados públicos experimentarán un notorio cambio. Tras tres años en los que la tendencia ha sido la reducción, ahora se aumenta la tasa de reposición del 50 al 100%, salvo en los llamados “sectores prioritarios” donde el relevo se garantiza. Esos sectores prioritarios se componen de personal docente y de las Fuerzas Armadas, además del sector de la inspección física o laboral. (Información)
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