domingo, 20 de septiembre de 2015

COMUNICADO SOBRE LA HUELGA DE EXAMINADORES DE TRÁFICO

Sobre el momento actual en el que se encuentra el Servicio de Formación Vial de la DGT


Los profesionales examinadores, a la vista de la situación del Servicio Público de Exámenes, creemos que ha llegado el momento en que necesita una urgente y necesaria reestructuración, ya que no funciona ni ofrece el servicio de calidad que a los funcionarios examinadores nos gustaría.
Una de las premisas fundamentales que nos ha impulsado a organizar estas protestas ha sido que se revise por completo todo el sistema de pruebas del permiso de conducir y solucionar aquellos apartados que no funcionan o no están dando el resultado que la sociedad requiere.
Ya son muchos los colectivos que están mostrando su malestar por la desorganización y disfuncionalidad actual del servicio público de exámenes: protestas de autoescuelas como recientemente en Valencia, presiones para privatizar el servicio por parte de la patronal del sector, creación de plataformas de autoescuelas en Barcelona, etc...
Además, nunca antes los profesores de formación vial habían tenido unas condiciones laborales tan malas como hoy en día; y es algo que a los funcionarios examinadores, como profesionales y también como ciudadanos, nos preocupa, porque la formación debe ser una cuestión fundamental y prioritaria en cualquier sociedad medianamente avanzada. Los profesores que la imparten, además de estar bien formados, deben contar con unas condiciones dignas para realizar su trabajo; condiciones que ahora no se dan, en parte, por la mala gestión que se está haciendo desde Tráfico.
Y para más abundamiento al descrédito actual del organismo de Tráfico, pocas veces en la historia se ha movilizado el colectivo examinador en número tan importante y en una proporción de jefaturas tan alta para protestar por la gestión que se hace del servicio de exámenes. Los examinadores hemos visto con impotencia el desprestigio de la profesión sin que la DGT, principal responsable, haya hecho el más mínimo movimiento para solucionar las cosas:
1.       Sobre la reducción del número de pruebas
Es casi imposible realizar 13 circulaciones teniendo en cuenta el protocolo de calidad. Creemos que es un buen protocolo y así lo pensamos en el colectivo porque supuso una mejora importante en la manera de realizar las pruebas; pero quedó en eso, en un principio.
Según nuestro punto de vista profesional, este protocolo debería haber avanzado corrigiendo aquellas partes que no funcionan y desarrollando otras fundamentales. Nada se ha hecho. Es más, consideramos una insensatez que los que realizamos este trabajo a diario, hayamos sido apartados y ni siquiera se nos pregunte sobre la mejora del mismo.
Los funcionarios examinadores estamos en contacto directo con la circulación, y con toda seguridad, tenemos mucho que aportar. Lamentablemente, toda esta experiencia con la que hubiéramos podido contribuir a una mejora de la seguridad vial, no ha sido requerida en ningún momento.
El número de pruebas adecuado se podría estudiar e implantar según disponibilidad y no cerrarse en banda a cualquier mejora que sin duda, redundaría en un mejor servicio.
2.       Dar el resultado en diferido
El protocolo debe tener en cuenta las condiciones en las que los examinadores realizan sus funciones.
La realidad es que sentimos auténtica inquietud a la hora de comunicar el resultado de las pruebas, debido a las muchas agresiones verbales y físicas que se producen. Es un problema serio que causa gran alarma entre los funcionarios y la DGT no está tomando ninguna medida para solucionarlo.
Nuestra propuesta consiste en dar la explicación al aspirante, que consideramos necesaria, pero sin darle el resultado final, que se podría dar en otro momento o por otros medios. Además, se podría valorar realizar cursos formativos que ayudaran en estas situaciones, y otras medidas como encontrar zonas seguras, etc.
3.      Aumento del Complemento Específico
La realidad es que ahora mismo, nadie quiere ser examinador porque no se compensa económicamente la penosidad y peligrosidad de nuestro trabajo.
Nuestra retribución debe estar acorde a la responsabilidad y alta trascendencia de nuestras funciones y ahora no lo está.
Una solución podría ser que, mientras se pronuncie la CECIR, la DGT podría encontrar mecanismos con recursos propios para retribuir las especiales condiciones de este puesto.
4.       Defensa del Carácter Público de los Exámenes de Tráfico
Queremos saber los planes del organismo para este servicio público, ya que formamos parte de él y consideramos que debemos ser parte activa del presente y futuro del mismo.
Para paliar el número insuficiente de efectivos, se podrían buscar fórmulas como las oposiciones propias, a las que pudiesen acceder todas aquellas personas que por vocación y formación quisieran ser funcionarios examinadores.
Muchos de nosotros llevamos en este organismo toda nuestra vida laboral y consideramos a la DGT como nuestra también; pero en los últimos años, los responsables del organismo nos han apartado por completo de cualquier mesa de trabajo que redunde en la mejora del organismo y de las actividades profesionales que realiza. Nosotros somos profesionales y seguro que podemos aportar conocimientos y experiencias valiosas para la marcha del servicio. La realidad es que desde hace tiempo no se nos toma en la más mínima consideración.
Creemos que ahora es el momento adecuado para realizar cambios profundos en el servicio de exámenes. Así no puede seguir. Es necesario que la propia Subdirección de Formación empiece a vernos como evaluadores y no sólo como meros anotadores de faltas.
Nuestra propuesta en este punto consiste en crear un grupo de trabajo encaminado a aumentar la calidad del servicio y en el que se pueda escuchar y tener en cuenta nuestra experiencia y nuestros conocimientos como profesionales.
Consideramos además fundamental en el buen desarrollo del servicio el tema de las inspecciones de los centros colaboradores. Es imprescindible un control y seguimiento de los distintos procesos que ahora mismo no se hacen, sea por falta de efectivos, de organización, o de todo un poco.
No entendemos tampoco, y así lo hemos manifestado en numerosas ocasiones, que se apueste por la seguridad vial y se permita que un posible primer permiso, como el AM, se pueda obtener sin formación ni demostrar conocimientos prácticos. Y tampoco entendemos que con tres años del B se pueda llevar una motocicleta. Países de nuestro entorno, como Inglaterra, ya no lo permite; ha comprobado que no tiene ninguna lógica. ¿Y aquí?
Cada uno de los puntos expuestos son negociables, pero irrenunciables para el colectivo examinador.
Creemos que el colectivo examinador quiere y merece unas mejores condiciones laborales, un reconocimiento a las importantes labores que realiza y una gestión más adecuada en aras a una mejora de la seguridad vial, que es lo que queremos todos.









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