Una patrulla de la Ertzaintza le denunció por un delito contra la seguridad vial y por conducción temeraria al circular bebido y dando bandazos con el coche
Un conductor ha sido imputado por la Ertzaintza después de que fuera descubierto mientras la mujer que se sentaba en el asiento del copiloto le realizaba una felación con el vehículo en marcha, según ha podido saber este periódico. El suceso se produjo el domingo a primera hora de la mañana, sobre las 6.00 horas, en la carretera de La Avanzada. Una patrulla de la Unidad de Tráfico de la Policía autonómica que patrullaba por la Bi-637, observó cómo un turismo daba bandazos. Los agentes le indicaron su presencia mediante las luces y, en ese momento, observaron que la acompañante del piloto se incorporaba de su regazo y que, mientras él conducía, le estaba practicando sexo oral. Además, comprobaron que presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Síntomas de embriaguez
Los policías acompañaron al vehículo hasta un lugar más seguro y le ordenaron que se detuviera en el alto de Enekuri (Erandio), en la zona de las gasolineras. El hombre, de mediana edad y vecino de Getxo, se negó a someterse a la prueba obligatoria de alcoholemia, lo que está considerado un delito. No obstante, como los ertzainas habían apreciado en él signos evidentes de embriaguez, le imputaron -o más correctamente será investigado, como debe aplicarse ahora con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento-, un delito contra la seguridad vial, tanto en la negativa a realizar las pruebas de detección alcohólica como por síntomas de alcoholemia.
El automovilista también fue denunciado administrativamente por conducción temeraria al haber puesto en peligro al resto de usuarios de la vía por conducir mientras «la ocupante del asiento lateral derecho le realizaba una felación», según se refleja de forma literal en el boletín de denuncia.
La imputación llegará a la Fiscalía, que formalizará la acusación y el juez determinará si es culpable o no, mientras que la sanción administrativa conlleva una multa directa de 500 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.
No es la primera vez que se registra un caso similar en Bizkaia. La propia Ertzaintza ya ha denunciado conductas similares, aunque con diferentes interpretaciones más o menos restrictivas, según el caso. Hace unos años, un conductor al que su acompañante le estaba practicando sexo oral fue sancionado con una multa por conducción negligente, la modalidad más leve del delito.
En Bilbao recuerdan a una pareja que hace años se detuvo con el coche en una semáforo y comenzó a mantener sexo. El coche quedó parado mientras el resto de usuarios de la vía tenían que adelantarles entre pitidos. Los amantes sólo pararon cuando una patrulla de la Policía Municipal de la capital vizcaína se colocó a su altura para llamarles la atención.
Estas situaciones no dejarían de ser anecdóticas, ni de provocar una sonrisa, si no fuera porque los protagonistas «no sólo están jugando con su vida, sino también con la del resto de personas que van por la carretera». «No se dan cuenta de que el vehículo puede llegar a ser un arma si se emplea mal», advierte un veterano agente de Tráfico. (Información)
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