lunes, 4 de enero de 2016

General Motors y Lyft ponen fecha de caducidad al taxi, el chófer, y el conductor (anunciando un servicio de coches autónomos compartidos)

¿Qué tienes que hacer para que en poco más de 3 años tu compañía reciba 500 millones de dólares de inversión, de un gigante automovilístico como General Motors, y que el fabricante de Detroit anuncie el acuerdo como “el futuro de la movilidad”? Eso deberíamos preguntárselo a Logan Green y John Zimmer, que tras fundar en el verano de 2012 la compañía Lyft, el mayor rival de Uber, acaban de meter un gol por la escuadra a su rival, y probablemente al sector del taxi, poniendo en marcha la maquinaria que en unos años les llevará a ofrecer un servicio de chófer, y coches compartidos, basado en coches autónomos, sin conductor, ni chófer humano propiamente dicho.

El futuro de los servicios de empresas como Lyft o Uber no solo amenazan a la existencia del taxi, tal y como lo entendíamos hasta ahora, sino también a la existencia de conductores, a modo de chóferes.

La inversión de 500 millones de dólares en Lyft de General Motors, que se suman a los más de 1.000 millones de dólares recibidos en los últimos años de inversores como Alibaba, o Rakuten, no solo significa fortalecer su posición frente al gigante de los transportes, frente a Uber, sino sobre todo definir su estrategia de futuro con la garantía de uno de los fabricantes más importantes, por volumen, de todo el mundo.

General Motors y Lyft imaginan un futuro en el que cada vez menos ciudadanos tendrán la necesidad de guardar en el garaje un coche en propiedad, un futuro por lo tanto sin coches privados, pero también sin conductores, sin chóferes, y probablemente sin taxis, propiamente dichos.

Las 4 claves de la alianza entre General Motors y Lyft son las siguientes:

1.- Crear una red de coches autónomos bajo demanda. Ahora que en Madrid se han comenzado a popularizar los servicios de car2go, y la posibilidad de utilizar un coche eléctrico durante unos minutos para cubrir un trayecto urbano, resulta mucho más sencillo entender esta estrategia. General Motors quiere aprovechar la red de usuarios de Lyft para prestar un servicio en el que estos reservarán un coche autónomo en cualquier momento. Este negocio no comenzará a explotarse, obviamente, hasta que lleguen a la calle los primeros coches autónomos de General Motors.

2.- Red de alquiler de coches. Los servicios de Lyft y General Motors no solo se limitarían a trayectos determinados, sino también a alquileres completos. Antes incluso de que Lyft y General Motors comiencen a trabajar con coches autónomos, prácticamente de inmediato, General Motors se convertirá en el principal proveedor de vehículos de alquiler para la red de transportes de Lyft.

3.- Conectividad. General Motors también proporcionará a los usuarios de Lyft sus sistemas de conectividad y entretenimiento OnStar.

4.- Compartir la cartera de clientes. General Motors y Lyft ofrecerán sus servicios de movilidad y automóviles a sus clientes, con servicios y experiencias personalizadas.

Evidentemente, la primera clave de esta alianza es la más importante. Importante porque por fin vamos viendo movimientos muy decididos en la línea de como mínimo posicionarse para estar preparados ante los escenarios que nos podremos encontrar en un futuro muy próximo. Importante porque la posibilidad de que se instaure una red de coches compartidos autónomos, quizás incluso antes de que estos comiencen a conquistar el mercado de particulares, es cada vez más realista. E importante porque un fabricante de la talla de General Motors ya no solo piensa en la importancia de vender coches, sino también de estar presente entre aquellos que no solo no comprarán sus coches, sino que no considerarán el hecho de tener un coche una necesidad. Una decisión transgresora, especialmente en un país tan dependiente del coche como Estados Unidos. (Información)

www.diariomotor.com

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