El sector sigue atravesando una situación difícil, acarrea unas pérdidas del 80% desde el inicio de la crisis, según explicaba la presidenta de la asociación provincial de autoescuelas, Ángeles Pérez. Estos negocios siguen con dificultades, cada vez hay menos jienenses con recursos para poder pagarse esta formación. No obstante admiten que se ha notado una pequeña recuperación desde el pasado verano. «Hemos sufrido el cierre de negocios, jubilaciones, y muchos problemas. El número de escuelas no ha disminuido a pesar de los cierres, porque algunos profesores de las mismas montaron sus propias escuelas, con unas exigencias más bajas por la Ley Omnibus, han cerrado las más antiguas. También algunos emprendedores son nuevos profesores. En la provincia hay unas 200 autoescuelas, 140 asociadas. Desde verano hemos notado más afluencia, pero durante la campaña de la aceituna las matriculaciones de nuevo están bajo mínimos. El problema es que hay mucho que tienen el examen teórico aprobado pero no han podido dar clases prácticas por no tener dinero para las mismas. Tienen sólo dos años para no perder el teórico y aprobar».
La inestabilidad laboral de miles de jienenses lleva a situaciones como estas, unos que no pueden terminar de sacar el carnet, y otros que ni siquiera se lo pueden plantear. Por eso Ángeles Pérez ha pedido a las administraciones que tomen cartas en el asunto. «El carnet de conducir no es un lujo, sino un elemento básico para obtener o mantener un empleo, la gente que vive cómoda debe ser más comprensiva con quien lo pasa mal y facilitar que puedan encontrar y asistir a un trabajo. El problema es que hay quien no tiene para comer y tampoco pueden pagar la obtención del carnet para encontrar trabajo, la administración debería estudiar estos casos y darles alguna facilidad económica. Nosotros estamos ayudando a mucha gente, facilitamos las cosas a quien lo necesita, pero no somos Ongs, no es nuestra obligación sino de la administración, nosotros vivimos de esto y el volumen de clientes ha bajado mucho. Si los ayudan, de rebote, la administración conseguiría también mejorar la situación de las autoescuelas, cada vez más endeudadas y con más dificultades para llegar a fin de mes».
Precios muy bajos
La clientela de las autoescuelas se reduce a pesar de que sus precios han caído en picado. Prepararse para aprobar el carné de conducir a la primera con veinte clases prácticas cuesta en Andalucía una media de 584,74 euros, según un de FACUA-Consumidores en Acción, las dos capitales andaluzas más baratas son Granada (452,46 euros) y Jaén (537,78 euros). «Como la ley de la competencia es tan dura, nos vamos a matar unos a otros, habría que establecer unos precios mínimos obligatorios, porque hay quien prefiere trabajar sin rentabilidad un tiempo por no cerrar el negocio. Me duele saber que trabajan por debajo de ese mínimo, porque con esos precios los clientes piensan que las tarifas anteriores eran un robo, y afecta también a los demás. He acudido a varios organismos para que se fijen esos precios mínimos pero no lo voy a conseguir. Las autoescuelas somos luchadoras por naturaleza, estamos también hasta arriba pagando los intereses a los bancos, que ahora además se niegan a darnos créditos. Todos somos pequeñas empresas, siempre hay detrás un drama familiar, seguimos luchando y aunque no veamos el final del camino seguimos adelante porque es lo que sabemos hacer. La mayoría tenemos ya una edad avanzada y no podemos cambiar de profesión. Pero sí podemos reinventarnos, hay autoescuelas que ofrecen cursos de inglés, mecanografía e informática, nos reconvertimos en centros de formación, ya que la Ley Omnibus lo permite. Tenemos gran esperanza, este verano hemos empezado a estar más alegres, parece que va a funcionar otra vez, espero que los jienenses con la aceituna hayan ganado algo y los que tienen el práctico pendiente puedan terminar».
Competencia
La asociación actúa de intermediaria, para evitar problemas entre sus miembros, disponen de asesoría legal y la presidenta intercede en algunas cuestiones. Sin embargo las prácticas que realizan algunos negocios hacen mucho daño a los demás compañeros. Una es la publicidad engañosa, acerca de precios o formación que se ofrece. Otra es utilizar para impartir las clases profesores no autorizados. «Hemos denunciado estos hechos en muchas ocasiones pero tiene que coincidir que lo veamos y que en ese momento esté la Guardia Civil disponible». (Información)
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