Tras 21 años recopilando el dato en los formularios, opta por retirar de él toda crítica. La medida coincide con los recortes en la iluminación viaria
Los accidentes de tráfico que suceden en vías con «iluminación insuficiente» están a punto de desaparecer del país o al menos eso es lo que creería cualquier ciudadano que lea las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT). El departamento acaba de divulgar el anuario sobre 2014, asegurando que entonces hubo 728 siniestros de este tipo. El curso anterior fueron 3.007, cuatro veces más, una marca que activó las alarmas de un problema que iba en aumento. En el caso de Asturias, la mejoría sería total, pues pasaría de los 117 accidentes por luz deficiente de 2013 a no lamentar ninguno.
En sus 194 páginas, el anuario no aporta explicación alguna sobre la fórmula de un éxito aún más notable de tener en cuenta que se produce mientras el Ministerio de Fomento, las consejerías del ramo y los ayuntamientos se dan al apagón de farolas para ahorrar en la factura eléctrica. Circular hoy de noche en Asturias permite contar cientos de luminarias en desuso tanto en las vías más frecuentadas (la A-66, la A-8, la A-64) como en la red secundaria.
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EL COMERCIO preguntó al respecto a la DGT, descubriendo que el aparente milagro no es tal. «El cambio tan brusco en el número de accidentes con víctimas donde se indicó que ocurrieron en 'vías insuficientemente iluminadas' se debe al cambio del cuestionario estadístico de accidentes», reconoció el organismo.
En efecto, desde el año 1993 los agentes de Tráfico vienen recopilando una serie de datos de cada siniestro con víctimas valiéndose de un mismo formulario. El cuestionario consta de un par de folios en los que los funcionarios anotan la vía en la que ocurrió el percance, el sentido de la circulación, el municipio, si llovía, la anchura del carril... a la hora de detallar la luminosidad, los empleados públicos disponen de cuatro opciones, siendo una de ellas la de anotar que hubo «iluminación insuficiente». Todas las anotaciones son transmitidas al sistema 'Arena', una base de datos que permite a la DGT recopilar la información en todo el país.
El valor de la observación
Tras 21 años recurriendo al mismo impreso, Tráfico optó por renovarlo en 2014. El formulario consta ahora de tres folios, multiplica el número de detalles de los que dar parte pero, paradójicamente, elimina toda referencia a las vías «insuficientemente iluminadas». La categoría sigue vigente en el Reglamento General de Circulación, que define como tales las carreteras en las que el agente, al llegar al lugar del suceso, comprueba que «con vista normal, en algún punto de la calzada, no pueda leerse la placa de matrícula a 10 metros o no se distinga un vehículo pintado de oscuro a 50 metros de distancia».
Pese a la validez de la descripción, el nuevo cuestionario evita toda referencia a la «insuficiente» luz, dato que podía ser entendido como un reproche directo al departamento encargado de decidir qué alumbrado se mantiene encendido y cuál no. En su lugar ahora el formulario opta por una recogida de información más aséptica y administrativa. Ahora el agente debe decidir si marca la casilla de la «iluminación artificial encendida», la de la «iluminación artificial no encendida» o pone que el accidente ocurrió «sin luz natural ni artificial».
«No me había dado cuenta del cambio, la verdad», admite un guardia civil asturiano, con décadas de servicio en la Agrupación de Tráfico. El profesional matiza que el cuestionario sigue dejando un espacio para que emita sus observaciones particulares; «ahí puedo seguir diciendo si la iluminación es insuficiente según los parámetros del Reglamento», sostiene. Esa información «se tiene en cuenta cuando el parte llega al juzgado, pero es verdad que los magistrados no consideran que la falta de luz reduzca la responsabilidad del conductor de adaptarse a las circunstancias», expone.
Las observaciones del agente llegan al juzgado, pero no a los anuarios ni informes de la DGT, que se elaboran usando solo la información homogénea, la que figura en todos los cuestionarios. La consecuencia es clara. «No hay un valor que indique una 'iluminación insuficiente', de ahí la diferencia tan grande que hay entre [entre los anuarios de] 2013 y 2014», reconoce la explicación que la DGT dirigió a este periódico.
Los 728 siniestros reflejados en el último informe son en realidad producto de una descoordinación que distorsiona la imagen de la realidad. Los accidentes reconocidos «ocurrieron en Cataluña, País Vasco y Comunidad de Madrid, donde en 2014 no hubo una adaptación al nuevo formulario», desgranan desde el departamento.
El Real Decreto que aprobó el cambio de modelo defendía que con él se busca «una mejor calidad de la información que permita un análisis en profundidad de los factores implicados en el accidente y las consecuencias del mismo». También adaptar parte de los conceptos al Glosario de Estadísticas de Transporte que maneja Eurostat. El documento comunitario, sin embargo, delega las definiciones a aplicar en materia de iluminación a «lo que comunique la policía u otra autoridad».
Fuente: www,elcomercio.com
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