viernes, 1 de abril de 2016

Los delitos de tráfico cometidos por menores aumentan un 33% en un año

Los jueces sancionaron en 2015 a 69 jóvenes por infracciones contra la Seguridad Vial, de los que seis fueron internados. Sólo hubo dos casos de conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas.

La reciente detención de un menor por la muerte de un guardia civil en Barbastro (Huesca) ha vuelto a poner de actualidad el problema de los delitos contra la Seguridad Vial que cometen los menores de edad. En sólo un año, estos ilícitos han experimentado un incremento del 32,69% en Granada. El número de menores infractores ascendió en 2015 en la provincia a 69, de los cuales 63 fueron sancionados con medidas en medio abierto, que se imponen para conductas menos graves. Tan sólo 6 jóvenes en Granada fueron ingresados en un centro de internamiento para cumplir una medida, al tratarse de infracciones más graves, según los datos facilitados por la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía. 

Frente a los 69 infractores del año pasado, en 2014 hubo 52 (49 condenados a medidas de medio abierto y tres internamientos), mientras que en 2013 hubo 93 (90 sanciones en medio abierto y 3 internamientos por delitos relacionados con el tráfico). En estos tres años los jueces han impuesto medidas a 214 jóvenes en Granada. 

Aunque las cifras ponen de manifiesto un repunte en el último año de este tipo de infracciones por parte de los jóvenes que aún no han alcanzado la mayoría de edad, lo cierto es que son cada vez más conscientes de que conducir sin licencia tiene alcance penal. "Ahora todos los menores que cogen un vehículo sin licencia saben que es ilegal", confirma la fiscal delegada de Menores en Granada, Rosa Guerrero, que revela que es precisamente esa infracción -conducir sin licencia o permiso- la más cometida por los menores granadinos en relación con la Seguridad Vial. Normalmente suelen cometerla con ciclomotores, aunque también hay casos de vehículos a motor. 

Si se analiza el lugar que ocupan estos delitos en el mapa de la delincuencia juvenil, "suponen un porcentaje significativo", indica la fiscal delegada. La conducción etílica o bajo la influencia de las drogas es, sin embargo, bastante menos frecuente. En 2015, de hecho, aterrizaron solo dos casos en la Fiscalía de Menores granadina. También ha habido algunas imprudencias temerarias al volante, como saltarse varios semáforos y dar lugar una persecución policial. 

En cuanto a las medidas que se imponen, Guerrero recordó que en las conducciones de ciclomotor sin licencia, si es la primera vez, se acude a la medicación extrajudicial. No hay que olvidar que no se trata de adultos, sino de chavales de entre 14 y 17 años, "y las medidas son siempre educativas, para hacer del menor una persona responsable". Esas medidas no dejan antecedentes penales. 

Cosa distinta es que el infractor sea reincidente, haya sido sorprendido conduciendo un coche o haya causado un accidente con resultado de lesiones graves. En esos casos, como explica la fiscal delegada, "siempre se abre expediente judicial", con lo que ello conlleva: el menor necesitará un abogado y habrá un juicio. 

Las medidas que se adoptan suelen causar un impacto importante en el menor. Prueba de ello es que son pocos los que reinciden. Esas medidas son de diferentes tipos: tareas socioeducativas o prestaciones en beneficio de la comunidad para que el menor tenga conocimiento de la trascendencia de su conducta, formación en Seguridad Vial y asistencia a centros hospitalarios para que compruebe los efectos que tienen los accidentes en las víctimas. 

"En la mayoría de los casos son medidas muy efectivas. Después de cumplirlas o se sacan la licencia o no vuelven a coger el ciclomotor", resalta Guerrero, al tiempo que insiste en que estas infracciones, en líneas generales, han disminuido, pues los chicos "ha tomado conciencia de que es un delito y de que se persigue". 

A la hora de prevenir este tipo de infracciones, Guerrero no lanzaría un mensaje sino dos: "uno a los menores y otro a sus padres". Así, por un lado, recordaría a los progenitores que "tener un ciclomotor no es necesario para la vida diaria del menor, pero si se lo compran deben ser responsables de que conduzca legalmente". Entre otros motivos porque ellos son "los responsables solidarios de las conductas ilícitas de sus hijos a efectos civiles" y les pueden acarrear problemas económicos. Por otro, a los chicos, la fiscal delegada les recuerda que "siempre es mejor tener una formación en seguridad vial", pues en caso de siniestro pueden provocarse daños a ellos y a sus propios amigos, y "una vez que se produce el accidente ya no hay marcha atrás". 

A nivel regional, los jueces sancionaron a 716 menores por delitos contra la Seguridad Vial, de los cuales 48 ingresaron en centros de internamiento. Al resto, 668, se les impuso una medida en medio abierto. En los últimos tres años, el número de menores infractores asciende a 2.288, de los que 140 fueron internados y a 2.148 se les impusieron medidas más leves.

Fuente: Granada Hoy

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