"Nunca pensé que un coche me pudiera atropellar intencionadamente. He visto conflictos entre ciclistas y conductores, con insultos y malos modos, pero no me podía imaginar vivir una situación así. Espero que se haga justicia", afirma Alfonso Alegre, ciclista zaragozano de 35 años, que el 26 de septiembre de 2014 fue arrollado por un coche en la calle Verónica tras una discusión de tráfico. Este miércoles se ha celebrado el juicio contra el conductor, Samuel L. L..
El conductor es acusado de injurias y sendos delitos de lesiones y conducción temeraria. La Fiscalía ha pedido nueve meses de prisión; la acusación particular, un año y tres meses de prisión, y retirada del carné durante seis años. La Defensa ha reconocido las injurias y ha pedido la absolución, según ha explicado Alegre. En la sesión han declarado el ciclista, el conductor, los policías que lo detuvieron después de darse a la fuga y varios testigos. La sentencia se conocerá en los próximos días.
El atropello ocurrió tras una discusión de tráfico. "Iba por el carril bici del Coso y me encontré con un coche encima del carril a la altura del Teatro Principal. Le recriminé su actitud y me insultó. Luego seguimos circulando hacia la calle Verónica. Me paré en un paso de cebra delante de él y le dije que no podía ir así. Me dio un toque con el coche y le dije que sacara los papeles para hacer un parte. Me pidió que me echara a un lado para hacer los papeles. Comencé a andar con la bici en la mano, oí que arrancaba y se me llevó por delante", recuerda Alfonso
Varios viandantes ayudaron al ciclista, tomaron nota de la matrícula y avisaron a la Policía. Alfonso fue atendido de lesiones en el centro de salud de Rebolería y después en el hospital Miguel Servet, donde le diagnosticaron el desvío de una vértebra. Diez días antes el mismo conductor había estado involucrado en otro incidente con una ciclista, a la que que insultó en la misma zona del Coso y la calle Verónica, según ha contado la mujer en el juicio.
Alfonso es profesor de instituto, entonces trabajaba en el IES La Azucarera y ahora en el Miguel Servet. "No fue una lesión grave y seguí trabajando. Durante unos días, daba clase por la mañana y me medicaba por las tardes. Y recibí varias sesiones de fisioterapia", señala.
"No tengo ánimo revanchista. No quiero que este hombre vaya a la cárcel, pero me gustaría que no volviera a conducir", afirma. Y apunta que si recibe alguna indemnización, destinará todo el dinero a los colectivos Pedalea y Stop Accidentes.
Fuente: www.heraldo.es
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