El despiste de una conductora de 85 años, que el miércoles circuló por la A-66 en dirección contraria durante 17 kilómetros, vuelve a sacar a la palestra el controvertido asunto de hasta qué edad se puede renovar el carné de conducir a las personas mayores.
Los centros de reconocimiento médico y psicotécnico de Salamanca, según afirman los interesados, ya están aplicando límites a los mayores de 65 años aunque superen todas las pruebas. Una de las restricciones más frecuentes es reducir el radio de circulación a 20 kilómetros o a 50 kilómetros, dependiendo de sus aptitudes. En el caso de los agricultores, se reduce el radio de circulación en trayectos equivalentes a la distancia “de su casa a la huerta”.
La prohibición de circular de noche o por las autovías también figura en el catálogo de limitaciones que en la actualidad se imponen a los conductores mayores.
Además, se fijan límites máximos de velocidad a la hora de conducir para este colectivo de automovilistas. “Se les puede prohibir que circulen a más de 70 kilómetros por hora o a más de 100 kilómetros por hora. Hay límites desde 70km/hora hasta 100 km/hora. Aunque 70 km/hora es poca velocidad, depende de cada caso”, señalan desde los centros de reconocimiento.
Una quinta limitación tiene que ver con el momento de renovar el permiso de conducir. De acuerdo con la normativa actual, los menores de 65 años pasan una revisión cada 10 años, mientras que los mayores de 65 años lo renuevan cada cinco años.
Otra de las restricciones que pueden adoptarse desde los centros de reconocimiento médico es que el mayor vuelva a revisión “al año, a los dos años, a los tres años o a los cuatro años” si padece alguna deficiencia que pueda agravarse a corto plazo.
Los mayores de 65 años, además, deben acudir al reconocimiento para renovar el carné de conducir provistos de un certificado de su médico de Familia, donde se detallan las enfermedades crónicas que padecen, si han sido operados de cataratas o han pasado por alguna cirugía cardiaca, si son diabéticos o toman medicamentos como el Sintrom u otros fármacos anticoagulantes.
Fuente: La Gaceta de Salamanca
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