La familia ha presentado una reclamación por discriminación y ve injusto que la jefatura de Alicante prive a un discapacitado del derecho a tener bienes
Iván Muñoz, de 20 años, no conduce. Pero tiene los mismos derechos que cualquier otra persona. Su madre, Carmen Gila, está convencida de que así es y va a seguir peleando para que la Jefatura de Tráfico de Alicante reconozca que este joven con síndrome de Down puede tener un coche matrículado a su nombre.
«Iván ha ido a votar, ha firmado la solicitud para entrar en el centro ocupacional? Tener una discapacidad no es estar incapacitado», subraya Carmen.
El gestor de la familia presentó el pasado 3 de marzo la solicitud de matriculación de un Renault Clio de segunda mano (es un vehículo importado de Alemania). Como titular figuraba Iván Muñoz. Se especificaba que el dueño, al ser una persona discapacitada, quedaba exento del impuesto de matriculación. Todo estaba en regla.
«Teníamos prisa por matricularlo porque necesitábamos el coche», explicó ayer Carmen. «Que mi hijo figure como titular no significa que lo conduzca. Tiene derecho a poseer bienes», precisa.
Además, al chaval le hacía ilusión que el coche estuviera a su nombre. De hecho, ayer posó sonriente junto al Clio rojo. «Le encanta el coche. Me pedía que lo condujera y fuésemos a dar una vuelta. Pero no podíamos sin matricularlo», indicó su madre.
La familia chocó contra un muro. En la gestoría, tampoco daban crédito. La jefatura de Tráfico de Alicante se negó a matricular el vehículo a nombre de Iván. Incluso llegó a pedir que un notario certificara que el joven tiene capacidad de obrar.
A la madre, esa solicitud le indignó. «Claro que Iván tiene capacidad de obrar. Además, no es un notario el que valora una discapacidad, sino el Ministerio Fiscal».
El gestor de la familia reclamó ante Tráfico. Esgrimió que el certificado de invalidez emitido por la conselleria de Bienestar Social dejaba claro que Iván no tiene ninguna incapacitación judicial. Es más, reconoce que «no necesita del concurso de terceras personas». El gestor incidía en que matricular un coche a nombre de una persona discapacitada «está totalmente regulado».
Pero Tráfico siguió en sus trece. El pasado 17 de marzo, la jefa de negociado de vehículos de la Jefatura de Alicante, Araceli Hoffman, insistió en que «no se justifica la capacidad de obrar» del joven y pidió que la solicitud de matrícula la firmara un tutor.
Negativa «injusta y arbitraria»
Carmen claudicó a medias. Matriculó el coche a su nombre porque así, al menos, lo podía utilizar. Al mismo tiempo, puso el caso en manos de abogados. Está convencida de que se ha discriminado a su hijo. Su letrado ya ha presentado una reclamación de responsabilidad patrimonial contra la Dirección General de Tráfico. Recalca que la negativa a matricular el coche a nombre de Iván es «injusta y arbitraria» y «discrimina a una persona discapacitada, que no incapacitada».
El abogado alude a la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad celebrada en Nueva York en 2006. España se adhirió a ese acuerdo internacional en 2008. Uno de los artículos que desde entonces es de obligado cumplimiento establece que los discapacitados tienen personalidad jurídica y derecho, entre otras cosas, a ser propietarios.
Fuente: El Mercantil Valenciano
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