lunes, 6 de junio de 2016

Las autoescuelas proponen cursos de reciclaje para mejorar la seguridad vial

La DGT alerta sobre el envejecimiento progresivo de la población y, por tanto, de los conductores que tienen más limitaciones La capital acoge el jueves una jornada sobre mayores y movilidad

El trágico accidente que sesgó la vida de tres personas el pasado martes en la A-92 a la altura de la Venta del Peral plantea un debate que la Dirección General de Tráfico mantiene cerrado. El conductor de 77 años recorrió cerca de 20 kilómetros en sentido contrario como consecuencia de un despiste lo que plantea dudas como hasta qué edad es conveniente que las personas puedan conducir un vehículo. El reglamento lo tiene claro. No existe un límite de edad siempre que los conductores tengan las cualidades físicas y mentales óptimas pero, ¿cómo se comprueba? 

Según explica el propietario de la autoescuela Autovip, Arturo Marín, a partir de los 65 años las revisiones se realizan con más frecuencia. Desde los 18 hasta los 65 el permiso ordinario se renueva cada diez años. A partir de los 65 se hace cada cinco. No obstante, los centros de reconocimiento pueden proponer revisiones anuales en el caso de que, por ejemplo, el conductor tenga un tratamiento específico o padezca una enfermedad degenerativa. 

Así, el principal problema de los conductores mayores radica, según Marín, en que a medida que avanza la edad, las personas pierden capacidad visual y auditiva y sobre todo, no han recibido formación continua. "Esto es algo por lo que los profesionales de las autoescuelas hemos luchado mucho. Un señor que tiene ahora 65 o 70 años se sacó el carné hace cuarenta... las normas han cambiado", indica Marín que recuerda que cuando estas personas empezaron a conducir no existía ni la autovía, ni las glorietas. ¿Quién le ha dado formación a estas personas para que circulen en glorietas, autopistas, autovías, telepeaje, peaje dinámico? se pregunta Marín que cree que para muchos conductores estos términos son más propios del "chino mandarín". 

Además, resalta que con el tiempo los mayores pierden capacidad de cálculo. "Los niños cruzan la calle sin mirar. Eso no le pasa a los ancianos. Siempre miran pero les cuesta más trabajo calcular. Ven que el coche viene lejos y deciden echar a andar sin percibir que el vehículo puede ir a 100 kilómetros por hora y alcanzarles en menos de dos segundos", detalla. 

En los últimos años, Marín ha dado clase a algunas personas que han querido recibir nociones básicas para conducir a pesar de tener el carné desde hace años. Pero no suele ser lo más común. Recientemente estuvo enseñando a una mujer que, con las capacidades mentales óptimas, quiso dar esta formación después de estar un tiempo sin coger el coche". Otro de los problemas añadidos en la siniestralidad es que, según la DGT, el 90% de los accidentes son producidos por el fallo humano, hay otro factor achacable al vehículo y un tercero a la vía. Sobre esto, Marín destaca que con la crisis hay partes, y cada vez más, de las carreteras que tienen un mantenimiento escaso. "Se está produciendo un deterioro paulatino tanto en la señalización, como en la infraestructura o el estado de la calzada o los arcenes que no tienen un buen mantenimiento", destaca Marín que no obstante remarca el mayor porcentaje está producido por el factor humano. 

Por este motivo, desde la Asociación Provincial de Autoescuelas propone la impartición de cursos de reciclaje para todos los conductores como fórmula para reducir los accidentes. El presidente de este colectivo, José Blas Valero, considera que sería interesante que los conductores, a la vez que realizan el reconocimiento médico, reciban una formación para reciclar sus conocimientos". Valero destacó que las autoescuelas estarían dispuestas a brindar esta formación por un precio bajo: "No vamos buscando el negocio sino dar un servicio a la sociedad", destacó el también vicepresidente de la Confederación de Nacional de Autoescuelas (CNAE) que recuerda que este organismo también está trabajando en esta línea. 

Precisamente, el próximo jueves tendrá lugar la I Jornada de Mayores y Seguridad Vial en el auditorio de Caja Rural. Según explicó Valero, esta convocatoria está dirigida a asociaciones o colectivos de personas mayores, a profesionales de la formación y a los agentes implicados en la seguridad vial. La jornada contará con dos mesas redondas. La primera de ellas es La implicación de los mayores en la seguridad vial. Más tarde, la sede de Caja Rural acogerá la segunda mesa, La seguridad vial ante el reto demográfico. Por último, se desarrollará la obra de teatro La vida no tiene prisa a cargo de la Policía Local de Madrid. Con esta jornada la Fundación CNAE pretende debatir sobre los retos y necesidades que los cambios demográficos representan en la seguridad vial y el papel activo que las personas mayores pueden jugar en esa transmisión de los valores de la educación vial. 

La Dirección General de Tráfico ya alertó el pasado mes de abril sobre el progresivo envejecimiento de los conductores. Ello, implica, según la DGT que cada vez hay un mayor número de conductores con mayor edad y, en consecuencia, con más limitaciones y enfermedades crónicas que afecten o limiten su capacidad de conducir. 

Según los datos que baraja la DGT, las personas mayores son más frágiles y, en caso de accidente, a la misma velocidad sufren más lesiones o más graves y se produce un mayor número de fallecimientos. De hecho, en 2014, el índice de letalidad (tasa de muertes entre las víctimas de accidente) para un varón de 45-54 años era de 2.0, mientras que de 75-84 años era de 6.4. Igualmente, la mujer dobla su tasa de letalidad en el grupo de 65-74 años frente al de 45-54 años. También las lesiones son más graves. Por ejemplo, en España en 2014 el porcentaje de lesiones graves pasa del 32% entre los 45-54 años al 44% entre los 75 y 84 años. 

"Este dato de la mayor fragilidad no solo afectarán a las estadísticas de siniestralidad de los próximos años, sino que debe hacer reflexionar y prepararnos socialmente, ya que afectará a cuestiones como la sanidad y los seguros", remarcan. No obstante, desde la revista de la Dirección General de Tráfico también inciden en que los mayores son más precavidos al volante: "Son conscientes de sus limitaciones, no asumen más riesgos de los que pueden por su capacidad, ni realizan tantos kilómetros, ni a horas conflictivas, por lo que el mayor riesgo que pudieran tener por peor condición física queda minimizado por esa autorregulación". Solo en la provincia de Granada más de 70.000 conductores tienen más de 70 años.

Fuente: Granada Hoy

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