Las pesquisas, algunas muy avanzadas, son por falsedad en la emisión de certificados médicos
Cerco a los psicotécnicos que aprueban a conductores no aptos, en especial a mayores de 65 años con las facultades psicofísicas mermadas. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia investiga a seis centros de reconocimiento de conductores en la comunidad ante las sospechas de la comisión de un delito de falsedad en la emisión de certificados de renovación del permiso de conducir, entre otras irregularidades. Esta falta de rigor en la realización de las pruebas permite seguir al volante a cientos de automovilistas pese a que ponen en riesgo su seguridad y la de los demás. El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) espera cerrar algunas de las indagaciones antes del verano y dar traslado de las conclusiones, sí así se determina, a la Fiscalía de Seguridad Vial para que abra las correspondientes diligencias.
Las investigaciones del GIAT han dado sus primeros frutos con la apertura de diligencias previas a un psicotécnico de Betanzos por supuestos delitos de intrusismo y falsificación documental. En ese centro, según fuentes próximas al caso, se expedían certificados con la calificación de apto, pero sin la supervisión de ningún facultativo médico para la realización del chequeo necesario para verificar que los conductores evaluados reunían las aptitudes físicas para poder seguir al volante. ¿Su modus operandi? La médico del centro dejaba en blanco los informes de aptitud y después el director del psicotécnico que realizaba las pruebas los cumplimentaba pese a carecer de la titulación. La instrucción abierta en el Juzgado 2 de Betanzos está pendiente de la comparecencia de testigos este mes.
No hay provincia gallegas que se salve de la lupa de Tráfico. En todas, la Guardia Civil desplegó a sus equipos de investigación y en todas detectó que falta "diligencia" y "rigor" a la hora de realizar las pruebas médicas, en especial a conductores mayores de 65 años. En la actualidad seis centros de reconocimiento están en el punto de mira, uno por provincia salvo en dos, donde la investigación afecta a dos psicotécnicos.
Dos han sido los elementos tenidos en cuenta por el GIAT para abrir una investigación a centros de reconocimiento médico. Por un lado, aquellos que habían expedido certificados a conductores que después han fueron requeridos por Tráfico, la Fiscalía, los juzgados o sus familiares para un chequeo extraordinario por parte de médicos del Sergas. Y por otra parte, aquellos automovilistas de avanzada edad implicados en accidentes de tráfico con resultado de muerte o lesiones graves.
"Las exploraciones deben realizarse de manera rigurosa y estricta", advierte el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano, al tiempo que apunta que la mayoría de psicotécnicos en la comunidad cumplen con el protocolo y la legislación vigente: "Son una minoría los que supuestamente no lo hacen". Y sobre estos, "de la mano" del fiscal de Seguridad Vial de Galicia, Carlos Gil, actuarán para garantizar que todos los centros cumplan el protocolo de exploración y tengan personal cualificado.
Preocupación
El colectivo de conductores mayores de 65 años es uno de los que más preocupa a Tráfico y Fiscalía debido a su población cada vez más envejecida y el creciente número de automovilistas mayores interceptados en sentido contrario. Bien es cierto, según destaca el teniente coronel Molano, que desde que la Agrupación de Tráfico, junto con Fomento y Xunta, pusieron en marcha la señalización extraordinaria en los accesos a las vías de alta capacidad más conflictivas en la comunidad -con señales fluorescentes y pintadas en las entrada a autopistas y autovías- se va camino de erradicar estos despistes que, en ocasiones, se agravan por la imprudencia ya que una vez los conductores entran en sentido contrario continúan hasta la siguiente salida en lugar de parar y avisar a la Guardia Civil.
Solo el año pasado la Agrupación de Tráfico y la Fiscalía de Seguridad Vial en Galicia propusieron a más de 200 conductores mayores de 65 años para un chequeo médico extraordinario que evaluase sus condiciones psicofísicas, casi el doble que los requeridos los ejercicios anteriores. A la mayoría les fue revocado el permiso de conducir -bien porque ya ni se presentaron al examen del Sergas o porque en ese chequeo los médicos resolvieron que no era apto para seguir al volante-. Al resto les impusieron restricciones en la conducción: no conducir de noche, circular solo a una distancia máxima del domicilio, tener prohibido llevar pasajeros, conducir con la obligación de ir acompañado, restricciones de velocidad máxima, prohibido entrar con su vehículos en autopistas o autovías o la exclusión total del consumo de alcohol.
En el marco de esta labor Fiscalía y Tráfico tratarán de implicar asimismo a las autoridades médicas para que avisen del estado de salud de aquellos pacientes en los que aprecien problemas para seguir al volante sin restricciones.
Fuente: Faro de Vigo
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