La mortalidad se ha disparado un 90%, más que en ninguna otra región. Los expertos lo achacan a los recortes en conservación viaria
Manuel Bernardo Menéndez, vecino de Luarca de 67 años, colisionó con otro vehículo en la noche del martes y se convirtió en la decimonovena víctima mortal en lo que va de año en Asturias. El suceso tuvo lugar en la Nacional 634, a la altura del cruce de Caroyas, poco antes de las 22.06 horas y destrozó por completo el vehículo. Los bomberos cortaron el pilar del lado del conductor, retiraron la puerta y lograron así un hueco a través del cual excarcelarle. Inmovilizado con un collarín y en la tabla de rescate, la ambulancia lo llevó al hospital de Jarrio, donde ingresó ya sin vida. Al piloto del otro turismo se le hizo una prueba de alcohol y drogas, con resultado negativo.
La parroquia de San José de Fastias (Tineo) acogerá mañana a la una el funeral por una víctima con la que el recuento se desborda. No ha terminado agosto y Asturias ya suma tantos fallecidos como en todo 2015, el ejercicio que por otra parte marcó el mínimo histórico.
El dato que ofrece la Dirección General de Tráfico (DGT) se ciñe a los decesos en las 24 horas posteriores al siniestro, pero sitúa a la región en una posición preocupante. El año pasado a estas alturas se habían lamentando diez fallecidos; ahora van un 90% más. Ninguna otra región ha visto dispararse la mortalidad en semejante proporción. Murcia, la que más se acerca, está en un 88%.
26,6 millones de daño social
Tráfico maneja estudios que estiman en 1,4 millones el perjuicio que provoca en la sociedad cada muerto en carretera. Para llegar a esa cifra, calculó los costes hospitalarios y las horas de trabajo perdidas, entre otros aspectos. El parámetro cifra en 26,6 millones el daño que los accidentes están causando a la región.
Asturias es ahora el punto negro de un país que da significativos pasos atrás en seguridad vial. Este año las estadísticas de fallecidos son peores en nueve comunidades. A nivel nacional se lamentan un 9,58% más de muertos en accidentes de tráfico que el año pasado. «España está teniendo un comportamiento distinto a Portugal, Francia e Italia; países vecinos donde sí está bajando la siniestralidad», advierte Manuel Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
¿A qué obedece este repunte? Conductores, víctimas y expertos en seguridad vial identifican lo que denominan como un «cóctel fatal de factores». El principal lo asocian a «la falta de inversión que hemos tenido en los últimos años tanto en nuevas infraestructuras como en conservación», según refiere Mario Arnaldo. «La evolución positiva de otros años no tienen tanto que ver con el carné por puntos, como por el desdoblamiento de vías en las que se mataba la gente», apunta.
El déficit de conservación repercute en el estado del firme, las marcas viales, y el apagado de luminarias. «El usuario más vulnerable a estos problemas es el motorista que sufre los desgastes del asfalto, y el ciclista, que no encuentra un arcén limpio de basura y vegetación por el que circular seguro», incide Arnaldo. El presidente de AEA admite que este año la red está soportando un mayor tráfico, «pero los accidentes no se dan en las vías seguras, en las de alta capacidad, si no en las carreteras en las que si te cruzas con alguien, te molestas, empiezan los adelantamientos y los problemas».
Siete motoristas
De las 19 víctimas mortales de este curso, solo cuatro lo fueron en autovía, mientras carreteras nacionales, regionales y locales fueron escenario de otras once. La motocicleta es el vehículo que más fallecidos suma, con siete. En el análisis por edades, resulta que el 39% de las víctimas en los que se conoció ese dato pasaban de los 60.
«El problema es que lanzamos las campanas al vuelo muy pronto, el ministro se obsesionó con un triunfalismo en el que parecía que todo estaba resuelto, y lo que ha conseguido es que la seguridad vial haya dejado de percibirse como un problema social», manifiesta Raimundo García, presidenta de la Asociación Española de Accidentología Vial. «Las cifras de los últimos años eran un engaño, porque se producían en un contexto de descenso de la movilidad; en cuanto se ha recuperado, tenemos problemas», abunda.
«Es dramático. En las últimas elecciones ningún partido llevaba en su programa electoral una sola medida de seguridad vial», ratifica Jeanne Picard, delegada para Asturias de Stop Accidentes.
Fuente: El Comercio
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para hacer comentarios en el blog de Asextra, debes estar registrado.