Rosa Valdeón (PP) tuvo un incidente con otro vehículo pero siguió su marcha. Dio 0,77 mg/l en un control de alcoholemia. El máximo permitido es 0,25.
La vicepresidenta de Castilla y León, Rosa Valdeón (Partido Popular), ha anunciado su dimisión tras ser retenida por la Guardia Civil por triplicar la tasa de alcohol máxima permitida al volante. Pese a que lo atribuye a "un error" o "una imprudencia", la número dos del Gobierno regional no ha tenido más remedio que retirarse después de narrar la versión de los hechos al presidente autonómico, Juan Vicente Herrera.
Antes de comunicar su decisión irrevocable, Valdeón ha ofrecido a los medios de comunicación una versión kafkiana de lo sucedido durante la tarde del viernes. Achacó el triplicar la tasa de alcohol (0,77 mg/ aire en la primera prueba mientras que lo máximo es 0,25) a unos ansiolíticos que está tomando debido "a problemas familiares", a "dos cervezas" y "una pulguita", que se tomó en un área de servicio. Al principio de su comparecencia, sólo era "una cerveza".
A partir de ahí, su relato de los hechos poco tienen que ver con lo trascendido. Mientras conducía por la A-6 a la altura de Ávila tuvo un incidente con un camión. El vehículo de la vicepresidenta se golpeó contra una rueda del otro vehículo y obligó al conductor a realizar una brusca maniobra para evitar volcar. Este le dio varias ráfagas de luces, pero ella continuó su camino rumbo a casa.
Varias fuentes aseguraron durante todo el sábado que la política popular alcanzó los 170 kilómetros por hora, aunque ella, a preguntas de los periodistas, lo negó tajantemente.
Tras el incidente, el camionero dio parte a la Guardia Civil y ésta organizó un control en la rotonda de acceso a la localidad de Morales de Toro que consiguió pararla. La Benemérita le informó de que habría sufrido un roce con un camión en un anterior adelantamiento.
"La primera sorprendida soy yo", garantizó Valderón en sus explicaciones, quien aseguró -en repetidas ocasiones- que en ningún momento fue consciente del roce con ese camión.
Eso sí, la vicepresidenta admitió que sí tiene un rayón un rayón rojo y el parachoques suelto, pero que sólo se percató cuando se lo enseñaron los agentes de seguridad, que la sometieron posteriormente al control de alcoholemia. Fue entonces cuando reconoció ante las cámaras su positivo y apeló al Alprazolam como "única explicación".
Fuente: El Español
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