Después de que por vía administrativa se desestimaran sus alegaciones, Domínguez abonó los tres mil euros que le reclamaba la DGT para evitar ser embargado
Es difícil demostrar que uno no estuvo donde dos patrullas de la Guardia Civil afirman que vieron a un vehículo de idéntico modelo y matrícula. Pero el ourensano José Luis Domínguez acaba de ver reconocida en los juzgados su reclamación contra la imposición de dos sanciones por conducción temeraria en Teruel, triplicadas en su cuantía por no identificar a otro conductor. Después de que por vía administrativa se desestimaran sus alegaciones, Domínguez abonó los tres mil euros que le reclamaba la DGT para evitar ser embargado. El denunciado explicó en sus recursos que ni él ni su coche estuvieron nunca en Teruel y que el 9 de junio del 2015 su vehículo se encontraba en su puesto de trabajo, en el monasterio de San Pedro de Rocas, pero la administración no aceptó esa explicación. Sí lo hicieron dos jueces, tras sendos juicios en Ourense de los que ya hay sentencia firme.
Después de escuchar a los testigos compañeros del trabajo y la versión de los agentes, los jueces entienden que aunque el caso resulta «sorprendente» porque dos patrullas diferentes, separadas por 80 kilómetros, avistaron el mismo vehículo, el demandante cumplió con la obligación que se le exigía -aunque no pudiera señalar a otro- «en la medida de sus posibilidades». El conductor ya empezó a recuperar parte de lo pagado.
Fuente: La Voz de Galicia
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