Representantes de las instituciones de la Unión Europea (UE), los fabricantes y la sociedad civil pidieron hoy en una reunión celebrada en Bruselas políticas específicas de seguridad vial para las motocicletas y ciclomotores, que logren combatir la alta siniestralidad y la vulnerabilidad de sus usuarios.
El secretario general de la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas (ANESDOR), José María Riaño, subrayó a Efe la necesidad de "políticas específicas para la moto", pues considera que el enfoque actual -más general- es ineficaz.
A su juicio, es necesario abordar la situación particular de "los usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas o motociclistas, que en caso de accidente sufren más consecuencias, y por eso es necesario dedicarles una atención especial".
Pese a que España es uno de los países de la UE con menor número de accidentes de tráfico en relación con el número de habitantes, el año pasado fallecieron 219 conductores en accidentes de motocicleta, un 29 % más que en 2014, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
Desde ANESDOR recuerdan sin embargo que, entre 2007 y 2015, las víctimas mortales en accidentes de motocicletas se han reducido en un 48 %.
El evento, organizado por la asociación de fabricantes europeos de motocicletas ACEM, sirvió para poner en común propuestas y soluciones para afrontar la que es una de las principales causas de muerte en Europa.
Para el director ejecutivo del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, Antonio Avenoso, conducir una motocicleta sigue siendo una actividad que implica un "nivel riesgo inaceptable".
Sin embargo, según señaló a Efe, "las motocicletas son un medio de transporte muy útil respecto a la congestión del tráfico, los desafíos medioambientales, el aparcamiento o la crisis económica, pues es más fácil comprar una motocicleta que comprar un coche".
En consecuencia, explica Avenoso, "tenemos que encontrar el equilibrio entre, por un lado, los que quieran usar las motocicletas puedan hacerlo y, por otro, que lo usen con seguridad".
Esta preocupación es compartida por la eurodiputada socialista Inés Ayala, titular en la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo (PE), quien insistió en la urgencia de llevar a cabo acciones también desde las instituciones comunitarias para mejorar la seguridad vial de motocicletas y ciclomotores.
Ayala señaló a Efe que la cultura de las competiciones deportivas de motoristas, de gran presencia en España, ha permitido el desarrollo de medidas de seguridad que luego se han llevado más allá de los circuitos.
"Poco a poco nuestras ciudades van haciéndose más cercanas a los motoristas, ya se están estableciendo por ejemplo las líneas por delante en los semáforos para proteger a los motoristas, pero todavía queda mucho por hacer", manifestó la eurodiputada.
En su opinión, la falta de infraestructuras, una flota que no se ha renovado con motivo del impacto de la crisis económica o el mayor número de usuarios de estos vehículos, entre otras cuestiones, "hacen que el desafío ahora en España sea mayor".
Pese a que Europa no es el continente con mayor número de víctimas mortales en carretera, el año pasado perdieron la vida 26.000 personas en accidentes de tráfico, lo que equivale a 51,5 fallecidos por cada millón de habitantes, es decir, un aumento del 1 % respecto a la tasa de 2014, según publicó la Comisión Europea en marzo.
La comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, recalcó entonces que estos datos "son decepcionantes" y destacó que el factor humano es la causa principal de los accidentes mortales de tráfico.
Fuente: La Vanguardia
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