Con una crisis personal y de cifras latente en el organismo, Gregorio Serrano López desembarca en la DGT que dejó vacante hace cuatro meses María Seguí. Asociaciones de víctimas critican la «aparente inexperiencia» del sevillano en materia de Seguridad Vial
La bienvenida a Gregorio Serrano al frente de un organismo nada fácil no ha sido precisamente calurosa. El nuevo ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se ha rodeado en su nuevo destino de un equipo de su máxima confianza procedente de su etapa como alcalde en Sevilla, como ayer informaba ABC de Sevilla. De hecho, Serrano López era su concejal y hasta hoy ocupaba la Portavocía adjunta del PP en el Ayuntamiento de la capital hispalense. Siempre ha sido uno de los hombres más cercanos al entonces regidor (entre 2011 y 2015) y ahora ministro.
Tras la oficialización de su nombramiento como responsable de la DGT en el Consejo de Ministros celebrado este viernes, asociaciones de víctimas, automovilistas y moteros no han tardado en solicitar al nuevo director general que luche para que la seguridad vial se convierta en una prioridad del Gobierno y que tenga «sensibilidad» para gestionar el Departamento, pese a su «aparente inexperiencia» en la materia, informa Europa Press.
Pero el nuevo director de la DGT no solo se enfrenta a los calificativos de «nombramiento inesperado y llamativo» esbozado desde los colectivos afectados -y también por miembros de la oposición-, sino a los innumerables desafíos de un departamento que atraviesa una honda crisis de cifras y orgánica, por cuanto la anterior responsable en el cargo, María Seguí, acabó dimitiendo el pasado mes de julio tras las acusaciones vertidas contra ella por haber maniobrado para que un concurso público favoreciese al laboratorio donde trabaja su marido, Francisco López Valdés,y con un alto cargo de la Dirección General, Marta Carrera, inmersa en una grabación poco estética que comprometía a la DGT. En dicha cinta, se vislumbra el «amaño» de la adjudicación de los lotes de cursos para la recuperación de puntos del carné a la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE). Carrera fue cesada de la Subdirección adjunta de Formación Vial de la DGT que ejercía el pasado 8 de julio, solo dos semanas antes del abandono de Seguí.
Serrano aterriza en el organismo con la «espada de Damocles» del previsible aumento de la siniestralidad en este año, por primera vez desde hace una década. Y con el debate abierto en el seno del organismo de si urgía un perfil técnico y experto en materia vial. Los más contundentes contra este hecho han sido los miembros de la asociación de víctimas de tráfico, DIA, que sin más demora han cuestionado hoy mismo de forma airada la designación de una persona sin conocimiento alguno: «Hemos salido perdiendo respecto a Seguí, que sabía bastante. No le vamos a dar ni un día, nos parece una burla», ha indicado en declaraciones a la agencia Efe el presidente de esa asociación, Francisco Canes, tras lamentar que se haya perdido la oportunidad de dar un giro importante a la política de Tráfico.
No obstante, desde otras asociaciones, como Stop Accidentes, se ha emplazado a ver los resultados de la gestión de Serrano López, puesto que Pere Navarro tampoco era estrictamente un cargo relacionado con esta materia y ha sido, por boca de la presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, «pieza clave en la seguridad vial, así que depende más de la implicación de la persona y la sensibilidad».
Profesor de la Universidad Pablo de Olavide
Serrano, nacido en Sevilla el 22 de febrero de 1967, está licenciado en Derecho, con especialidad en Derecho tributario y posee un Máster en Dirección de Operaciones Internacionales. Durante su carrera, el nuevo responsable de la DGT ha sido teniente de alcalde y delegado de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo (2011- 2015) en el Ayuntamiento de Sevilla y presidente de MercaSevilla. También ha dirigido Giralda TV y ha sido consejero delegado de Contursa. Además, Serrano es profesor de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
Cuatro meses de silla vacante
La Dirección General de Tráfico (DGT) se encontraba en situación de interinidad, después de la salida de la exdirectora del departamento María Seguí, y el secretario general de la DGT, Cristóbal Cremades, ha asumido las funciones de Seguí durante estos cuatro meses, hasta el nombramiento de Serrano.
Al frente de la DGT, Gregorio Serrano tendrá que acometer la aprobación del Reglamento de Circulación. Esta norma, pendiente desde 2014, recoge, entre otras medidas tan polémicas como elevar a 130 km/hora el límite de velocidad en algunos tramos de autopistas y autovías. Junto con ella, deberá hacer frente al repunte de la siniestralidad.
La última Ley de Tráfico entró en vigor en mayo de 2014, pero para el desarrollo de algunas de sus medidas era necesario dar luz verde a su reglamento. El texto nunca llegó al Consejo de Ministros.
Al igual que la elevación de los límites, deberá volver a abordar una posible disminución de la velocidad máxima en zonas urbanas, hasta los 30 kilómetros por hora, y en carreteras secundarias, en donde se pretendía establecer la velocidad máxima en 90 kilómetros por hora y no hasta los 100 como ahora.
El nuevo reglamento, en su actual redacción, también haría efectiva la obligatoriedad del casco en ciudad para ciclistas menores de 16 años o la aplicación de un control de alcohol y drogas a aquellos peatones que estén implicados en un accidente de tráfico o cometa una infracción, como cruzar indebidamente.
Mejorar la seguridad de los conductores de vehículos de dos ruedas, un sector todavía «vulnerable» en la carretera será otro de los retos a los que se enfrenta Serrano en esta nueva etapa.
Fuente: ABC
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