El fabricante de componentes norteamericano anuncia la compra de la «startup» israelí MobileEye por 14.000 millones de euros para potenciar los sistemas de pilotaje sin conductor
Las empresas del sector de la tecnología y los tradicionales fabricantes de coches han comenzado a buscar sus parejas de baile para el desarrollo del vehículo del futuro. Son muchos los intereses depositados y las apuestas que se están desarrollando. Intel, el gigante americano de componentes electrónicos, ha entrado de lleno en esta carrera con la compra de Mobileye, empresa israelí especializada en sistema de asistencia en la conducción.
La operación, valorada en unos 15.000 millones de dólares (14.000 millones de euros) según algunas fuentes, se ha cerrado este lunes, pero supone una inversión récord en esta materia. La «startup», que arrancó su actividad en 1999, se ha especializado en integrar sistemas basados en Inteligencia Artificial y aprendizaje de las máquinas a la conducción autónoma, uno de los cambios más significativos que se están produciendo en los últimos años y que, según las previsiones, podrá ser realidad para 2020.
Esta robotización de los coches, que promete cambiar la forma de vida de las personas, sigue sus pasos y se estima que para el año 2025 las ventas globales de este tipo de vehículos alcancen las 600.000 unidades. La tecnología sigue avanzando en esta materia al tiempo que los principales jugadores del sector continúan realizando pruebas y ensayos en circuitos privados o en determinadas áreas bajo los permisos necesarios por parte de las administraciones locales.
En este caso, la maniobra del gigante de los chips pone su punto de mira en el desarrollo de la tecnología que formará parte, en un futuro, de los coches. Hasta la fecha, MobileEye ha firmado acuerdos con distintos fabricantes como Volkswagen para el desarrollo de sistemas de procesamiento de imagen en tiempo real, necesario pues para recibir información de las carreteras y calles para mover de manera autónoma el vehículo.
Esta operación permitirá acelerar la innovación para la industria automovilística» y reafirmar la posición de Intel como proveedor de tecnología parcial o totalmente a los futuros vehículos autónomos. En opinión del gigante americano, el desarrollo de los servicios y sistemas de recopilación de datos en tiempo real moverá más de 70.000 millones de dólares (65 millones de euros) en 2030.
Esta adquisición, además, cobra mayor relevancia sobre las alianzas que se están dando en la industria. Por ejemplo, el veterano fabricante de automóviles alemán BMW espera poner en marcha una flota de 40 vehículos autónomos en la segunda mitad de este año para realizar pruebas gracias y tendrá, para ello, apoyo por parte de Intel. Por su parte, Mobileye también anunció recientemente otra alianza con el proveedor de automoción Delphi, con sede en Inglaterra, de cara al desarrollo de un sistema de conducción autónoma que en principio estará disponible para los fabricantes en 2019.
La compañía competirá, en ese sentido, contra otro gigante del sector, Alphabet, que dispone de su propia división muy adelantada, Waymo, basada en sistemas LiDAR, así como otra serie de empresas de diferentes sectores (tecnología, automoción) que han venido adquiriendo soluciones o creando las suyas propias en el seno de la empresa, demostrando el fuerte empuje de este negocio en crecimiento.
Fuente: ABC
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