lunes, 10 de abril de 2017

Zaragoza. Suspenso suplantado

Un hombre será juzgado junto a quien le contrató para hacer el teórico del carnet de conducir por él H No aprobó pese a que lo había hecho más veces

Suplantar a alguien en un examen oficial no solo es moralmente cuestionable, sino que es delito. Una infracción por la que un vecino de Zaragoza, Kwam A., se sentará en el banquillo de los acusados junto con John M., el compatriota ghanés que presuntamente le contrató para que se hiciese pasar por él en la prueba teórica para sacarse el carnet de conducir. Este se enfrenta a una pena de un año de cárcel por falsedad en documento oficial, pero al aspirante le dobla la petición fiscal, dado que tiene antecedentes por los mismos hechos.

De hecho, Kwam A. fue condenado a cuatro meses de prisión en abril del año pasado por hacer exactamente eso, hacerse pasar por un compatriota para realizar el examen teórico. Lo cual no impidió que dos meses después, el 22 de junio, volviese a intentarlo para John M.

Según fuentes consultadas, este iba a pagarle 400 euros por el fallido trámite, pero hubiese sido un mal negocio. Porque el examen, aunque no llegó a contar por la falsedad, ni siquiera lo habría aprobado, ya que tenía seis errores. La reincidencia no le valió como experiencia esta vez.

Según considera probado la Fiscalía, Kwam A. se presentó en el centro de exámenes de Tráfico en la mañana del 22 de junio, con el permiso de residencia de John M., y procedió a realizar el examen. Pero, bien por su experiencia anterior o bien por el ojo escrutador de los funcionarios, se dieron cuenta de que su cara no correspondía con la del documento de identidad, y llamaron a la Guardia Civil, que le arrestó tras haber entregado los resultados.

Tras la investigación, y habida cuenta de los antecedentes, la acusación pública pide para él los citados dos años de prisión por reincidencia, además de 2.160 euros de multa, más de cinco veces lo que hubiera percibido por pasar la prueba. El otro acusado añadiría al año de prisión otra multa de 1.440 euros. Ambos serán defendidos en la vista por Carlos Vela y Olga Oseira.

Prácticas como la que se va a juzgar son muy habituales desde hace muchos años, recordaron fuentes de la Guardia Civil, aunque no muy a menudo trascienden las consecuencias penales de sus acciones. Se siguen dando por la necesidad que tienen los aspirantes de conseguir el carnet de conducir para tener, por ejemplo, más posibilidades de encontrar un puesto de trabajo, salvando la barrera del escaso conocimiento del idioma para realizar el examen teórico.

La técnica empleada en este caso es la más sencilla y usual, intentar hacerse pasar por alguien de la misma nacionalidad y cierto parecido físico, en ocasiones por parte de auténticos profesionales del sector, que viajan de provincia en provincia para que los examinadores no se queden con sus caras. No parece ser el caso. La Asociación Provincial de Autoescuelas de Zaragoza recordaba en anteriores ocasiones casos curiosos como subsaharianos presentándose con la documentación de chinos.

Frente a esta variante está la tecnología, cuyo último caso conocido en Zaragoza se dio a finales del 2015. Entonces, los agentes de la Guardia Civil arrestaron a ocho ciudadanos paquistanís que empleaban una combinación de auricular –pinganillo– y un móvil cosido por dentro de la camisa, con la cámara coincidiendo con el ojal, de forma que un contacto en el exterior leía las preguntas y les dictaba las respuestas por teléfono.

Esta técnica fue descubierta y anotada por los agentes, con la ventaja (para los candidatos) de que solo les requisaron los aparatos y perdieron la convocatoria. Este método no estaba tipificado como delito, salvo que se trate de grandes grupos organizados, a diferencia de la suplantación de identidad y la falsedad en documento público, que sí están contempladas en el Código Penal.

Fuente: El Periódico

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