En relación a la carta enviada por el director general de Tráfico al colectivo examinador el 20 de septiembre, en el que una vez más, destaca por su falta de prudencia y moderación, pero fundamentalmente por las inexactitudes, cuando no directamente falsedades no sabemos si producto de su profundo desconocimiento del organismo que dirige o es que deliberadamente intenta torpedear cualquier intento de resolver la huelga, quien sabe si con algún interés espurio.
En primer lugar dice "Esta propuesta fue elevada a la CECIR por el Subsecretario del Ministerio del Interior en julio de 2015" Referida al aumento del complemento específico, entre otros, del colectivo examinador. Lleva meses diciendo este responsable de Tráfico que el acuerdo de desconvocatoria de huelga de 2015, firmado el 29 de octubre de ese año, en su primer punto sólo incluía "la elevación a la CECIR de esa petición". Si ya estaba elevada desde julio, como está reconociendo y todos sabíamos, ¿cómo se puede sostener que fue un punto de acuerdo varios meses después, concretamente octubre, para desconvocar una huelga? Un falsedad que cae por su propio peso.
En el acuerdo se comprometían a hacer todos los esfuerzos que fueran necesarios para que esta propuesta considerada muy justa por los responsables de la DGT fuera aprobada. La realidad fue que no se hizo ni una sola acción durante dos años para que se cumpliera con el compromiso adquirido con el colectivo examinador. Es verdad que en ese tiempo, el organismo estuvo involucrado en múltiples escándalos propiciados por la actuación muy cuestionada por los medios de comunicación de algunos de sus más altos responsables, algo que sumió al organismo en una paralización y caos ajeno a la mayoría de personal que siguió trabajando aún en estas condiciones de la forma más profesional posible, pero lamentablemente, la DGT siguió en el punto de mira de los ciudadanos por las presuntas maniobras irregulares de algunos de sus dirigentes.
En diciembre de 2016 fue nombrado un nuevo director que al poco de tomar posesión se vio envuelto en un nuevo escándalo a cuenta de un piso para su personal uso y disfrute; y su retribución y dietas como funcionario, dicho por él mismo, cuando es de sobra conocido que no lo es. Aún así, reconoció el compromiso con el colectivo examinador tanto en una asamblea ante 100 examinadores de toda España en marzo de este año como en sede parlamentaria el pasado 10 de mayo, del que existe un diario de sesiones y vídeos con todas sus afirmaciones en aquel momento a favor de cumplir esos acuerdos que pasaban por el aumento del complemento específico:
"Lo que quieren, lo que necesitan y lo que nosotros entendemos que es justo es que su complemento específico se les aumente".
"Es justo lo que están solicitando o se hace atractivo el puesto de examinador o no compensa salir a la calle con tantos problemas (frio, calor, riesgos con los señores cateados)"
"¿Qué vamos hacer con la huelga? Pues básicamente yo pienso hacer tres cosas: dialogar, dialogar y dialogar. Es verdad que se firmó un acuerdo con la dgt en el año 2015, ese acuerdo que suponía el aumento del complemento específico de lo que cobra un examinador para que resulte más atractivo el puesto del examinador respecto a otras funciones que se realizan en una jefatura"
"Nosotros vamos a rehacer la propuesta de la CECIR de subida del complemento específico, la vamos a rehacer y la vamos a negociar con Función Pública refiriéndonos solamente a los examinadores."
Sigue diciendo la carta enviada este miércoles 20: "Hay que reiterar por enésima vez al colectivo examinador que la DGT como Organismo Público incluido en la Administración General del Estado solo tiene capacidad de propuesta en estos temas y en ningún caso tiene autonomía y por ello ni ha prometido ni prometerá incrementos de sueldo, complemento específico u otras retribuciones que no estén entre sus competencias conceder, aprobar o autorizar."
Según Real Decreto 770/2017, de 28 de julio, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior, en su artículo 10, en relación a la Dirección General de Tráfico dice que tiene entre sus competencias: "b) La gestión de los recursos humanos del Organismo, a través de la relación de puestos de trabajo, tanto de personal funcionario como laboral, sus retribuciones, la ejecución de medidas de formación, acción social y prevención de riesgos laborales."
De hecho, los responsables de la DGT reparten todos los años entre los funcionarios de Tráfico casi 12 millones de euros. Reparto que hacen a total arbitrio de los responsables de Tráfico, unas veces con el acuerdo de algún sindicato, otras, sin él. Y por supuesto, muy desigual ya que como dice el refrán, "el que parte y reparte, se queda la mayor parte", porque mientras los técnicos se reservan alrededor de mil euros al mes de productividad, (de la que ellos mismos reparten), los examinadores tienen 170 euros mensuales, y estos últimos para el cobro, siempre sujeto a condiciones muy leoninas, como por ejemplo, que no se pongan enfermo o no acudas a atender a familiares en situación grave.
Además, por Navidades, los jefes provinciales otorgan unas pagas a determinados funcionarios de su elección, para "pagar" su total disposición, sin que se publiquen los nombres ni las cuantías. Algo que es conocido por todos los sindicatos y por supuesto, por todo el personal.
En el escrito del director se dice además, que se podría subir el importe unitario de la hora extra, una vez que acabe la huelga y sólo para paliar sus efectos, de 13 euros a 20 euros. ¿Pero no dicen no tener competencias en retribuciones? ¿Para esto sí, no es necesario "elevarlo" a ningún otro estamento? ¿Sólo hay competencias cuando se quiere?
Por cierto, las horas extraordinarias son voluntarias en su realización y ya anunciamos desde ahora que el colectivo examinador NO SE VA A PRESTAR en su gran mayoría a la realización de las mismas mientras no se resuelva el conflicto.
A continuación, el escrito firmado por el director de Tráfico dice: " A pesar de estos esfuerzos el criterio de las autoridades económicas y de Función Pública es que la prioridad ahora es crear más empleo público y por ello los esfuerzos presupuestarios tienen que dedicarse a incrementar los puestos de trabajo en las Áreas estratégicas que el Gobierno ha establecido: más profesores, más agentes tributarios, más policías, más guardias civiles y también más examinadores entre otros."
Hay diferencia entre pedir aumento de sueldo y solicitar que se cumpla un acuerdo firmado en 2015 que por cierto, se arrastra desde 2007 cuando se subió el sueldo y nivel a una parte de los funcionarios de la DGT con la promesa de que al año siguiente se acometería la subida del resto de puestos, entre ellos el del examinador, algo que nunca ocurrió y ya han pasado 10 años. Agravio comparativo lo sufrimos en aquel momento y muy importante. Además, estos días está negociando el propio ministro Zoído una subida del 50% del complemento específico a los guardias civiles según aparece en los medios de comunicación. ¿Por qué con nosotros no se cumple lo comprometido?.
" No obstante esa prioridad, se han aceptado mejoras profesionales que ya se han concretado en una Especialidad de Tráfico del Subgrupo C1, de inminente convocatoria, que supondrá una mejora económica y administrativa para unos 430 examinadores del subgrupo C2, en el incremento de efectivos de acceso libre y de otros sectores de la Administración, y estamos dispuestos a negociar y tratar cualquier otra mejora en la gestión de la actividad que sea competencia de la DGT".
La promoción interna ya estaba inventada desde hace décadas por Ley 30/84 y de hecho, son cientos los examinadores los que ya se habían acogido a la misma. Esta creación de la especialidad con promoción interna propia a la que pueden acogerse el 60% de los examinadores supone pasar unas pruebas que hay que estudiar y en su caso, aprobar, porque no se regala nada, por lo que no vemos qué ventaja puede suponer. Además, había enorme prisa en que los funcionarios se apuntaran el curso de formación que se iba a impartir desde la DGT y cuyo plazo terminaba, inexorablemente el día 18 de julio. Dos meses después, nada se sabe del mismo, ni del posible temario ni de fechas probables de exámenes.
Sigue diciendo el escrito del director de Tráfico: "Este talante negociador del equipo directivo de la DGT se ha puesto de manifiesto en la reunión con un pequeño grupo del Comité de Huelga que se llevó a cabo el lunes 18 de septiembre de forma discreta, para evitar especulaciones y sobre la cual quiero destacar que no coincide con la versión que algunos miembros de este Comité de Huelga y el Presidente de Asextra han difundido en sus redes."
Sobre este respecto, tanto el comité de huelga como los representantes de ASEXTRA quieren decir lo siguiente:
1.- La reunión fue a iniciativa de los examinadores a través de una propuesta surgida en una provincia y con el único interés de desbloquear el conflicto ya que desde la DGT no había ningún movimiento a pesar de los graves problemas existentes entre ciudadanos y empresas.
2.- Se pidió por parte de la DGT discreción, algo que los examinadores cumplimos ya que pensamos que se podría propiciar un clima de diálogo más sosegado y sin presiones. La cuestión es que el propio director general de Tráfico, él que pidió discreción para que la reunión pudiera ser más productiva fue filtrando dicho encuentro por las jefaturas que visitaba y haciendo discursos a los funcionarios en las que hablaba despectivamente del colectivo examinador sin importarle que en alguna ocasión hubiera personas ajenas a la jefatura ( público que estaba realizando gestiones que se quedó estupefacto al ver cómo todo un director general hablaba en un tono "poco adecuado" de sus trabajadores). También añadía en estas peroratas que huelga en octubre no iba a haber y que él estaba tranquilo porque los militares ya estaban aquí. (Por cierto, los compañeros salidos del último curso de examinadores se han sumado muchos de ellos a la huelga. No se da cuenta el director que los funcionarios examinadores que salgan de los cursos en marcha es muy probable que se unan a la movilización junto con el resto de examinadores porque nuestra causa es justa).
Los comentarios que se iban realizando por las distintas jefaturas enseguida corrieron de whatsapp en whatsapp por toda España, llegando incluso a personas ajenas al organismo, algo que causó gran indignación al colectivo examinador, al que se le había pedido prudencia ante esta reunión, cautela que no tuvo el máximo responsable de Tráfico.
3.- Se pidió por parte de la DGT que acudieran un número reducido de personas, algo a lo que se accedió, precisamente para propiciar una oportunidad de entendimiento. Oportunidad que fue fallida porque los responsables de la DGT ni antes ni ahora han tenido voluntad alguna de resolver este conflicto.
Sigue diciendo el director en su escrito: "-No tiene ninguna relación con este tema y se falta a la verdad vincular la compra de aviones, drones o inmuebles por parte de la DGT a la subida del CE exigido por los examinadores, ya que cuando se aprueba un presupuesto para un programa de seguridad vial (que según la normativa vigente se financia con los ingresos por sanciones) que incluye la compra de cualquier aparato de vigilancia o similar, ni la DGT ni ningún otro Organismo o Ministerio puede elegir cambiar esa adquisición por la subida de sueldo de un colectivo, ya que como se ha reiterado múltiples veces el incremento económico solicitado por los examinadores debe ser autorizado específicamente por las autoridades correspondientes y no podría utilizarse ningún otro presupuesto, aunque quedara remanente."
El propio director de Tráfico en sede parlamentaria el pasado 10 de mayo recordamos que dijo " ¿Hay problemas presupuestarios para que aumente el capítulo 1? Pues no, no hay ningún problema presupuestario, porque se puede hacer tanto con una transferencia entre capítulos —de acuerdo— o con un suplemento de crédito que se financia con el remanente que tiene la Dirección General de Tráfico." ¿Acaso mintió a los diputados en sede parlamentaria? ¿ Nos preguntamos cuándo el director dice la verdad, ¿realmente piensa que tiene credibilidad para el colectivo examinador cuando parece que su lema es "Donde dije digo, digo Diego"? No, no mintió, de sobra sabe el director que es perfectamente posible, sólo hace falta voluntad de cumplir con un acuerdo firmado.
Y por supuesto, no se escatima en gastos a la hora de
reformar viviendas propiedad de la DGT porque además de la que disfruta el
propio director de Tráfico, hay otras
muchas a disposición de altos directivos, generalmente en sitios céntricos,
amplias y completamente reformadas algunas por más de 60.000 euros tal y como
se puede comprobar por los contratos que se publican en la plataforma de
contratos del Estado y que está a disposición de todo el público. Viviendas por
las que no se paga alquiler y que cuentan además con las correspondientes
parcelas de garaje para su uso particular, también propiedad de la DGT.
Acaba diciendo la carta, con gran cinismo, que se apela a la responsabilidad de los examinadores. Decirle al director general que los examinadores somos muy responsables y lo estamos intentando todo a nivel político e incluso propiciando la reunión del lunes pasado para posibilitar un acercamiento, pero está claro que nuestros esfuerzos caen en saco roto porque el equipo responsable de la DGT no tiene la más mínima voluntad de resolver nada.
Por tanto, ante las muestras de absoluta incapacidad del director de Tráfico para solucionar el conflicto, dicho por él mismo, ha pasado a ser un gran problema para llegar a cualquier acuerdo puesto que no tiene el más mínimo interés, pedimos a la autoridad competente que cese inmediatamente de su puesto a este cargo político y ponga en su lugar a alguien que tenga la capacidad y competencia para resolverlo, porque que no se le olvide a nadie que tres de cada cuatro examinadores están luchando por la dignidad de su puesto de trabajo. Algo inédito en la Administración.
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