Ante la denuncia realizada contra una examinadora de Almería por un supuesto delito de odio, desde la Asociación de Examinadores de Tráfico, ASEXTRA, queremos mostrar nuestro apoyo incondicional a la compañera que consideramos ha sido injustamente acusada de un delito de odio.
El relato de los hechos de la funcionaria examinadora afectada, adscrita a la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería, difiere completamente del ofrecido por la parte denunciante y su familia. En las diligencias de la denuncia, la examinadora declara que el pasado martes día 14 de febrero realizó la comprobación de la identidad de los aspirantes que le habían sido asignados en ese turno, como cada día, llamándolos por el nombre que figuraba en la hoja de examen y comprobando su identidad en el DNI que el aspirante está obligado por Ley a mostrar.
La funcionaria examinadora afirma que durante toda la prueba se dirigió al solicitante por el nombre que figuraba en su DNI, al igual que se hace con todos los aspirantes que van a realizar la prueba oficial para el permiso de conducción. Asimismo, la examinadora manifiesta que no se le informó por la Jefatura ni por la autoescuela o su profesora y aún menos por el propio solicitante que se tenía que dirigir a él por un nombre distinto al oficial identificativo reflejado en el DNI, lo que no se corresponde con lo afirmado, supuestamente, por el denunciante en los medios de comunicación.
Esta asociación lamenta profundamente el posible malestar causado al aspirante, hecho producido de forma involuntaria, pero eso no es óbice para mostrar nuestro rechazo absoluto a la utilización de la cuestión de la identidad de género de manera sensacionalista, para desprestigiar a una profesional que solo cumplió con su obligación y que en ningún momento mostró animadversión o intención de dañar al aspirante, limitándose a cumplir con sus obligaciones como funcionaria respecto de las normas dictadas por la Dirección General de Tráfico. Lamentamos profundamente y echamos de menos que no se haya contrastado la versión de la parte denunciante con la parte denunciada.
El colectivo examinador, al tratar diariamente con personas de todo tipo, es muy sensible personal y socialmente a todo lo relacionado con la identidad de género. De hecho, es frecuente que acudan a examinarse personas en proceso de cambio y procuramos, como con el resto de aspirantes, hacer que se sientan cómodos y atenuar los nervios que conlleva presentarse a una prueba práctica de este tipo. Eso sí, siempre que la autoescuela o el propio interesado informe antes del examen que existe dicha circunstancia porque, de lo contrario, pueden concurrir situaciones como la que nos ocupa que podrían haber sido evitables si la autoescuela o la propia profesora hubieran advertido dicha circunstancia. El examinador no puede conocer las circunstancias personales de todos y cada uno de los aspirantes que se presentan a realizar la prueba. Precisamente, llamarlos por su nombre es una forma de captar su atención y mostrar empatía, algo que suele hacer que el aspirante se relaje y pueda desarrollar sus conocimientos y formación durante la prueba de la forma más natural posible.
Por tanto, consideramos que resulta muy injusto poner en tela de juicio la profesionalidad de la examinadora denunciada y del resto de funcionarios que ejercen a diario su labor en todo el territorio nacional por remitirse, simplemente, como se ha hecho en este supuesto, al protocolo establecido por la Dirección General de Tráfico para la identificación de aspirantes.
Debido a las informaciones sesgadas aparecidas y difusión que está teniendo esta noticia, esta Asociación se reserva el derecho a ejercitar las acciones legales que en su caso correspondan.
Fuente: ASEXTRA
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