domingo, 27 de enero de 2013

Autoescuelas, Stop Accidentes y Tráfico consideran más fácil la nueva prueba

El jefe de Tráfico en A Coruña, Pedro Pastor, la delegada de Stop Accidentes en Galicia, Jeanne Picard, y el presidente de la Federación de Autoescuelas, Manuel Maceiras, están de acuerdo en que los cambios en el carné de conducir no son tan grandes como parecían y proponen otras alternativas.
P. Pastor: Esta iniciativa viene de la transposición de la directiva europea 2006/126, que ya se había traspuesto a la normativa española y faltaba poner en marcha el anexo octavo en cuanto a calidad de los exámenes, con el único objetivo de mejorar la formación en las autoescuelas a la hora de entregar un permiso que faculta a una persona para manejar un vehículo.
M. Maceiras: Las autoescuelas apoyamos estos cambios. Es una vieja petición nuestra esto de la conducción autónoma, para que los alumnos vayan más tranquilos, pero vemos que se ha quedado corta esta reforma.
J. Picard: Desde Stop Accidentes pensamos que, todo lo que sea avanzar en seguridad vial, es bueno y este es un paso hacia adelante. Es adaptar a la realidad de lo que es conducir todos los días a un examen.
M. Maceiras: Ha habido mucho revuelo con el cambio del examen y tampoco ha sido para tanto, mucha gente pensaba que iba a ser muy difícil, pero no es así. El teórico no ha cambiado, porque, desde principios de junio ya estamos utilizando el modelo nuevo.
P. Pastor: Las modificaciones no son tan grandes. Lo que se añade al examen práctico es una prueba de conocimiento del vehículo, saber, por ejemplo, dónde está la palanca de apertura del capó, dónde tienes el gato, identificar dónde está el aceite.
J. Picard: Y cambiarlo también, ¿no?
M. Maceiras: No, porque eso es muy complicado.
P. Pastor: El cambio de aceite supone tratar con un líquido muy contaminante y que no se puede dejar en cualquier sitio. No son cosas a las que haya que temer. Yo creo que el examen ahora es más fácil.
J. Picard: Yo también.
P. Pastor: Así los alumnos están más pendientes de la conducción que de las indicaciones del examinador porque, a veces, con los nervios, no sabes ni qué te dicen.
J. Picard: Yo no sé hasta qué punto es mejor, porque si decide el alumno a dónde quiere ir, corremos el riesgo de que se aprenda un recorrido.
P. Pastor: No, porque el examinador le puede indicar que vaya a un sitio concreto, también le puede pedir que, siguiendo las indicaciones, salga fuera de la ciudad o le puedes dejar que conduzca libremente con pequeñas indicaciones para evitar que se meta en una zona complicada.
J. Picard: Si en la autoescuela se ha aprendido un recorrido de memoria, lo hace ese día y aprueba. Eso no puede ser.
P. Pastor: Eso no es así, porque el examinador le puede dar un par de indicaciones para impedir que haga un itinerario aprendido.
M. Maceiras: Ahora, los funcionarios hablan de una forma más clara, más comprensible y eso se agradece mucho.
P. Pastor: Se pretende eliminar, en la medida de lo posible, el factor escenario del examen. Siempre se les ha pedido a los examinadores que se comporten de manera educada y, ahora, se les ha pedido que hagan un esfuerzo más, que sean lo más amables posible y que procuren que el alumno pierda el temor escénico.
J. Picard: Yo creo que una de las cosas importantes de aprender a conducir en Galicia es que no sea solo un recorrido de ciudad, sino que sepamos conducir por carretera y un día de lluvia y de noche.
P. Pastor: La idea es que, durante los recorridos, se encuentren con las circunstancias más variadas posibles. Son 25 minutos como mínimo y dan para lo que dan.
J. Picard: Ya, pero sigue siendo la asignatura pendiente.
M. Maceiras: Bueno, tampoco tanto, porque en el examen se va a Alvedro, a O Burgo, a Sabón... Yo creo que la calidad de los exámenes es buena.
P. Pastor: Este cambio lo que hace es que obliga a las autoescuelas a formar en este tipo de examen. El alumno estaba, hasta ahora, siguiendo las órdenes que recibía del instructor y, de ahí, pasaba a hacer un examen en el que también seguía indicaciones, por lo que, cuando aprobaba y se sentaba en el coche él solo, me imagino el susto porque, desde ese momento, es el responsable de lo que suceda.
M. Maceiras: Otra de las cosas que habíamos pedido y que se han introducido ahora es que, el examinador, en caso de que el resultado sea no apto, explique personalmente al alumno las razones, algo que antes no se hacía. El examinador dejaba unos códigos y nosotros teníamos que descifrarlos. Ahora lo hacen ellos y todo el mundo queda más contento. Es que empezamos a hablar de cambios y de cosas y la gente se asusta. Tenemos un grave problema con los jóvenes que no han acabado la ESO, que tienen muchas dificultades con el teórico. Al oír que hay 15.000 preguntas y que el examen es nuevo ya ni se apuntan a la autoescuela. Hemos notado que ha bajado la matriculación de alumnos.
P. Pastor: Ahora hay otra cosa buena que, aunque se suspenda, la prueba se termina. Eso es interesante para coger experiencia para la próxima vez. Los examinadores eran recelosos a entregar las calificaciones porque ha habido situaciones conflictivas. En eso están equivocados, porque, de lo que se trata es de informar al alumno de qué es lo que ha hecho mal.
M. Maceiras: Nosotros hemos dado instrucciones a las autoescuelas para que apoyen a los examinadores. No tiene que ser tan dramático suspender. A veces, nosotros no sabíamos por qué suspendían los alumnos. Todos los jefes de Tráfico se tendrían que poner de acuerdo para unificar criterios.
P. Pastor: Yo siempre he estado abierto a discutir esas cuestiones. En las que no queda claro, se hace un estudio y se decide la situación correcta y, a partir de ahí, todo el mundo tiene que atenerse a lo que se decida.
J. Picard: Estamos viendo el problema desde el lado del alumno. Espero que se pierda el miedo al examen y la idea de que sacar el carné sale caro. Hay que procurar que no ocurra.
P. Pastor: Los padres de los alumnos tienen que pensar que es más caro perder a un hijo.
J. Picard: Ya lo sé. Está claro que es la mejor inversión.
P. Pastor: Y eso de que se saque el carné que ya aprenderá es un error. La experiencia te permite mejorar lo que has aprendido y, si no has aprendido, seguramente, cuando te encuentres en una situación difícil acabarás en una cuneta o contra un árbol.
M. Maceiras: En los 37 años que llevo en esta profesión, me acuerdo que sólo cinco padres me dijeron: "Enséñale algo más de lo que piden en el examen".
J. Picard: Eso es lo triste.
M. Maceiras: La mayoría me pide recomendaciones para que aprueben, pocas prácticas y pocas clases y me dicen: "Después ya le enseño yo". No sé cómo me pueden decir eso.
J. Picard: Yo creo que uno de los mayores problemas es la falta de experiencia.
P. Pastor: Eso solo se solventa practicando. Lo que ocurre es que tienes que aprender los requisitos básicos para aprender a desenvolverte con seguridad.
M. Maceiras: Y eso no se aprende en cinco clases.
P. Pastor: Hay que saberse la teoría. Las decisiones que vamos a tomar en el coche van a depender de lo que hayas aprendido. Aprueban antes los que se estudian los conceptos que los que solo hacen test. Se ha simplificado el lenguaje de las preguntas para averiguar si el alumno sabe el concepto. Ya no están hechas para confundir.
M. Maceiras: Ya hace muchos años que nosotros pedimos que las clases teóricas fuesen obligatorias porque las preguntas estaban colgadas en la web y nadie iba a las clases. Seguimos pidiendo que, por lo menos, diez o doce clases sean obligatorias. Es algo lógico, para que nosotros podamos tenerlos en las aulas y concienciarles sobre la gravedad de los accidentes de tráfico. Ahora lo tenemos muy fácil, pero Tráfico no se atreve a poner las clases obligatorias. A nosotros nos lo piden los propios alumnos que, ahora, están en los cursos después de haber perdido los puntos. "Esto ya me lo tendrías que haber dicho antes", nos dicen. Tiene que hacerlo Tráfico y, la autoescuela que no lo haga, hay que cerrarla.
P. Pastor: No lo entiendo, porque se puede hacer actualmente, no hay nada que lo impida.
J. Picard: Pues porque así somos los humanos, si no es obligatorio por ley, no va nadie.
M. Maceiras: Hemos notado que, con esta bolsa de preguntas, los alumnos que van a clase nos aprueban todos, porque entienden la norma. Con el cambio vienen más a clase.
J. Picard: Si con la multa o quitando el permiso o con los trabajos en favor de la comunidad, todos lo agradecen, ¿cómo es posible que no se den?
M. Maceiras: Tráfico nos dice que las demos, pero nadie viene a las clases.
P. Pastor: Es que ahora, o conoces el concepto o suspendes. Nosotros no tenemos ningún interés en aprobar o suspender gente. Lo que queremos es que haya buenos conductores en la carretera y que la formación sea de la mayor calidad posible.
M. Maceiras: Estuvo a punto de salir para adelante lo de la conducción acompañada, como el sistema francés.
P. Pastor: No la descartes.
J. Picard: Sobre la conducción acompañada tengo dudas en la designación del tutor. Es para menores. Primero van a la autoescuela, aprueban el teórico y tienen clases, después designan un tutor, un familiar, por ejemplo y, durante un año, esta persona va a hacer 2.000 kilómetros con él para que coja práctica. Después vuelve a la autoescuela y se saca el permiso definitivo. Lo malo es que, si al tutor le gusta correr...
P. Pastor: Bueno, es mejor un tutor regular que unos amigos incitándote a correr. Para designar al tutor se tienen en cuenta muchas cosas, como el historial de sanciones. Habrá que ver cuál es mejor modelo para conseguir esto.
J. Picard: Yo creo que le deja mucha responsabilidad a la autoescuela, porque es la que tiene que decidir si el tutor es válido.
P. Pastor: Yo recomiendo que, durante el primer año, no conduzcan solos, aunque tampoco hay que tener tanto miedo, en Estados Unidos conducen desde los 16 años.
J. Picard: Pero no son estas carreteras. Lo bueno es que cogen experiencia, porque si yo me saco el carné cuando fui solo quince horas a la autoescuela porque me salió bien el examen, me falta experiencia para coger un coche y, sobre todo, en Galicia. ¿Cuál es la media?
M. Maceiras: Treinta prácticas.
J. Picard: Son pocas, porque con esas horas no sabes ir por una carreterita de curvas. Lo ideal sería que hubiese tres recorridos, uno de noche, otro de lluvia y otro de montaña.
P. Pastor: Este año los conductores menores de 25 años han reducido sus víctimas mortales un 50%. El problema son los conductores de mediana edad. La falta de experiencia es relativa, por ejemplo, el peligro con la moto no es cuando sales al principio, es cuando llevas ya un año y medio y te sientes seguro.
M. Maceiras: Los que salen de la autoescuela, salvo algún caso, son los que menos accidentes tienen. Ya, pero cuando no saben no tienen accidentes y cuando tienen experiencia es cuando se la pegan. Algo pasa. Hay que formar también a los padres y a los abuelos, para que, cuando renueven el psicotécnico, cada diez años, vayan a unas charlas para conocer qué ha cambiado. Yo siempre les digo a los padres que no les dejen a sus hijos coches viejos cuando acaban de sacar el carné porque no saben manejarlo. (Información)
 
 

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