jueves, 16 de marzo de 2017

Tráfico revisará la formación en las autoescuelas por el aumento de los accidentes de motocicleta

«Es necesario incidir en la educación», opina Tráfico. El perfil de las víctimas es el de un hombre de más de 40 años, con una moto de gran cilindrada y poca experiencia en su manejo

El lunes fue Claudio Fernández. A sus 44 años perdió la vida al impactar contra un poste en una carretera de Bañugues. Es el tercer motorista que fallece este año. Las dos ruedas copan así el 50% de la siniestralidad vial en 2017, después de haber representado casi el 32% el pasado curso. Son proporciones impropias para un vehículo que supone el 7,8% del parque móvil regional.

«Tenemos un problema en Asturias y hay que actuar», reconoció ayer la directora provincial de Tráfico, Raquel Casado. La elevada siniestralidad de los motoristas «se está produciendo en todas partes, pero aquí no estábamos acostumbrados a estos números», indicó. Al 'boom' de las dos ruedas contribuye que «es un vehículo cómodo, que te da más libertad, evita atascos, facilita aparcar y realmente cada vez las motos son más seguras», razonó la delegada de la Dirección General de Tráfico (DGT) en la región. «Además la climatología está contribuyendo a que salgan más a la carretera».

El organismo acaba de elaborar un estudio interno analizando la problemática. El resultado es que «estamos ante un perfil muy determinado y claro. En su mayoría hablamos de varones de más de 40 años, que conducen motos de gran cilindrada, no hace demasiado que han logrado el carné específico para ello, y sufren accidentes que no son debidos a las condiciones de la vía», resumió la delegada de la DGT. La investigación se hizo sobre siniestros en todo el país «pero el perfil coincide con lo que tenemos aquí en Asturias», indicó.

Ahora con el carné de coche se logra el A1, para motos de hasta 125 centímetros cúbicos. Superar un examen teórico, otro de pista y uno más de circulación da acceso al A2, que eleva la potencia hasta los 48 caballos. Tras dos de experiencia, con un curso de autoescuela que no requiere examen de la DGT se obtiene el A, para todo tipo de motos.

«Tenemos que incidir en la educación y la sensibilización, hablar más y mejor de los riesgos de un vehículo que exigen mucha pericia para su manejo», anima Casado. El propósito no es meter miedo. «Queremos lo mismo que en su día hicimos con el alcohol y la velocidad, que es enfrentarles a la realidad de la moto y que sepan su peligro; nosotros podemos incidir en el conocimiento y que la gente sepa las consecuencias, pero a partir de ahí el ser humano tiene su capacidad de decidir». Aclarado el problema y conocida la solución, Casado avanza que su propósito es implicar «este año» a las autoescuelas. «Tenemos que ir a donde están, y en este colectivo eso pasa por aprovechar su paso por las autoescuelas para sacar el carné A», avanza. Las primeras conversaciones con las academias están dando buen resultado. «El problema nos preocupa a todos», resume.

Fuente: El Comercio

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