Los formadores de conductores denuncian que la nueva frecuencia de exámenes les hace perder muchas horas de práctica
En la demarcación de Barcelona se han jubilado en los últimos años más de una veintena de examinadores que no han sido reemplazados. Este ha sido el inicio de "una bola" que se ha ido haciendo cada vez mayor y ha provocado que este otoño los alumnos en lugar de examinar cada semana lo hagan mensualmente.
Para las autoescuelas la nueva frecuencia supone tener los coches parados la mayoría de los días ya que ningún aspirante quiere pagar horas de práctica hasta que falten pocos días para el examen, una gota que está a punto de colmar el vaso de su resistencia económica, diezmada "en un 40%" desde el inicio de la crisis.
Por ello, los profesores instan a la Jefatura de Tráfico a resolver una situación que está exasperando a profesores y alumnos.
Las autoescuelas
La propietaria de la autoescuela 'Munta' de Barcelona, Mar Aguilera, asegura que desde el inicio de la crisis los ingresos por matriculaciones y horas de conducción han bajado "un 40%". En este contexto, la dilatación del periodo para llevar alumnos a los exámenes teóricos, de conducción y de circuito (todos son el mismo día) está complicando la viabilidad de su negocio.
"Hay una falta de examinadores, serían necesarios de 20 a 25 más", calcula la presidenta de la Federación de Autoescuelas de Barcelona, Maria Olivare, que también subraya que "la bola" que se ha hecho este otoño también está "precarizando" el servicio que dan a sus clientes.
Tanto Olivare como Aguilar remarcan que la situación está dejando la mayoría de los días los coches de las autoescuelas aparcados en la acera, ya que los alumnos no quieren pagar horas de conducción hasta que la nueva fecha de examen esté cerca. Y por ello, facturan "mucho menos".
Los alumnos
"Tenía previsto un día, y me llamó la autoescuela, que había llegado un mail de la DGT y quedaba anulado el examen", explica Iolanda, alumno de la autoescuela Munta que ha visto pospuesta su fecha en tres ocasiones. "Además me decían que no sabían cuál sería el nuevo día", asegura.
Al principio Iolanda admite que no se creía que estos incidentes no fueran responsabilidad de la autoescuela. "La propietaria me terminó enseñando el correo para demostrarme que no tenía nada que ver con ellos".
Los alumnos se quejan porque les están dando días para examinarse muy tarde, porque se han encontrado como Iolanda que les han "anulado" fechas ya confirmadas o porque ni siquiera saben cuándo podrá ser posible examinarse. "Mucha gente tiene que ir cambiando los días de fiesta que solicita al trabajo y eso no hace ninguna gracia", razona.
Los examinadores
La delegada de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) de Barcelona, Toñi Martín, entiende las quejas de las autoescuelas y confirma que se ha producido un descenso súbito de estos profesionales en los últimos años. "No se han cubierto las jubilaciones ni las bajas". Pero el colapso actual se ve también agravado por otros factores.
No sólo ha tenido lugar una disminución de la plantilla, de cerca de un 40%, también se ha obligado a los examinadores que quedan a tomar días de fiesta antes de que finalice el año para recuperar las horas extras realizadas durante el mes de julio (48) y las horas destinadas a hacer cursos de formación (40). En total esto son 88 horas que significa "unos cuantos días de fiesta" que si no hacen ahora perderán el próximo año.
Por otra parte, en las autoescuelas hay también un fenómeno de repetidores que se acumulan para subir a examen a causa de la crisis. "Vienen con sólo una hora de práctica y no saben ni cómo funciona el coche", asegura Martín en referencia a los casos más extremos. "Me han llegado a intentar convencer de que no es tan grave saltarse un semáforo en rojo o no detenerse ante un 'stop'", afirma.
Una directiva europea reciente también ayuda a hacer más grande la bola, que, en gran parte , viene causada por una "mala planificación". Antiguamente los profesores podían examinar a 16 alumnos por jornada. Pero la Unión Europea, para velar por la calidad, estableció un máximo de 13 cada día. Así pues, hay un 40% menos de examinadores, que deben hacer más días de fiesta y pueden hacer menos exámenes al día. Esta suma de factores ha provocado el colapso de alumnos en las autoescuelas que tienen que ir a examinarse.
La Jefatura de Tráfico de Barcelona
El jefe provincial de Tráfico de Barcelona , Adrià Puigpelat, explicó que la Dirección General de Tráfico (DGT) ya se ha comprometido a convocar un nuevo curso de formadores de examinadores de tráfico para este 2014 que permitirá aumentar la plantilla y desatascar este colapso.
Esta será una solución efectiva "a medio y largo plazo", pero para actuar con más celeridad, Puigpelat ha asegurado que están estudiando otras medidas con un carácter "más paliativo" que permitan absorber la demanda de exámenes que presentan las autoescuelas. (Información)
www.lavanguardia.com
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