276 militares y civiles que trabajan en el Ministerio de Defensa, y que están destinados en Valladolid o en unidades de las provincias de León, Zamora, Salamanca, Palencia y Segovia, tuvieron que someterse en el año 2013 a un análisis clínico para poder presentarse a las pruebas de obtención de varias de las clases de carnés de conducir, que son expedidos por las Escuelas de Conductores castrenses. En Valladolid, existe uno de estos centros en la Agrupación de Apoyo Logístico (Aalog 61), con sede en el cuartel de La Rubia, y una Sección de Conducción y Seguridad Vial, que expide los títulos de circulación militares. La mayor parte de los aspirantes participaron en cursos para conseguir los carnés C y E, que autoriza la conducción de vehículos pesados de entre 7.500 y 12.000 kilos.
Con la prueba de orina que se exige se pretende determinar si el aspirante a conducir un vehículo militar es o ha sido consumidor de sustancias estupefacientes (cocaína, heroína, hachís o fármacos peligrosos) durante el año anterior a su participación en el curso.
Este requisito es imprescindible para presentarse en el ámbito castrense, pero no se exige para obtener el carné en ámbito civil. La análitica de orina viene acompañada además de un reconocimiento médico al candidato.
Sanciones de tráfico
Al endurecimiento de los requisitos para la obtención se suma también la normativa por la mala utilización del permiso. Si un militar es sancionado por la Policía Municipal o por agentes de Tráfico mientras está conduciendo un vehículo del Ejército, no solo deberá de abonar la multa económica, sino que también se le aplica la pérdida de puntos en el carné civil que está establecida por la ley de Seguridad Vial.
La nueva normativa que se aplicará en breve permitirá además que los órganos del Ministerio de Defensa puedan conocer si un profesional de las Fuerzas Armadas ha cometido una infracción fuera de su ámbito laboral. Hasta ahora, las bases de datos entre Defensa y la DGT no estaban conectadas, lo que impidía el acceso a esta información.
La futura aplicación informática ayudará a los Centros de Reconocimiento de Conductores militares, desplegados por toda España, saber si el soldado o mando ha sido multado por los agentes civiles y los puntos que ha perdido.
Por otro lado, cuando se produce un accidente de tráfico mientras se circula por la carretera se realiza un parte amistoso y los hechos se comunican al Juzgado Togado Militar, que será quién determine si hubo responsabilidad por parte del conductor castrense.
La normativa del Ministerio de Defensa es también estricta en el supuesto de que el militar no tuviese aún ese permiso de conducir civil. «Si comete una infracción, la pérdida de puntos se le guardaría por Tráfico a la espera de que en el futuro se sacase un carné civil, o lo canjease por el militar. Es entonces cuando se le descontaría», explica el teniente coronel Ángel Tomé, responsable de la Sección de Conducción ySeguridad Vial en Valladolid. (Información completa)
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