Como presidente de la Asociación de Examinadores de Tráfico y por ende, en representación de la gran mayoría del colectivo examinador, quiero expresar mi más enérgica protesta e indignación por las manifestaciones vertidas por el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Madrid, (APAMAD), Ricardo Cano en el canal 13TV.
Pocas veces una intervención ha estado tan carente de rigor, con afirmaciones impertinentes que nada tienen que ver con la realidad, cifras inexactas, datos sesgados, medias verdades y sobre todo, con una falta de respeto y consideración hacia el colectivo examinador indignas del puesto que ocupa.
Si el fin era defender la privatización y desprestigiar a todo un colectivo de funcionarios que a pesar de las circunstancias, siempre ha sabido comportarse de forma muy profesional y responsable, decirle que justamente ha conseguido el efecto contrario.
El enfado del colectivo examinador es mayúsculo y flaco favor ha hecho a las empresas que representa este señor que estamos seguros, muchos no están ni de lejos de acuerdo con su intervención, ni en el fondo ni en las formas, porque no ha ido a defender a su colectivo, ha ido a demonizar y criminalizar a los funcionarios, sin la más mínima educación y con absoluto desprecio, vertiendo además un gran cúmulo de falsedades.
Que sepa el señor Cano que nosotros vamos a seguir defendiendo nuestro puesto de trabajo con los medios que tenemos a nuestro alcance y con ello el Servicio Público de Exámenes porque creemos que no todo está en venta en este país, mucho menos la honorabilidad y pundonor de todo un colectivo como el de los funcionarios examinadores y que este hombre, sin ningún escrúpulo, ha querido linchar y vilipendiar en un programa de televisión, algo que no le voy a permitir.
Vamos a defender a la ciudadanía de personas con este criticable comportamiento y por eso saldremos el lunes a la huelga y todos los días que haga falta y apelo muy especialmente a los compañeros de Madrid para que salgan masivamente en protesta de actuaciones como ésta, de una indignidad indescriptible y que no buscan solucionar nada, sólo ofender y denigrar.
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