Un 15,8% de las multas impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT) en Castilla y León se queda sin cobrar, una cifra que se ha reducido en los últimos años ya que en 2009 se elevaba al 21,7%, es decir, una de cada cinco. Además de la mejora y la celeridad de los trámites sancionadores como consecuencia de la incorporación de sistemas telemáticos más eficaces, otra razón de este descenso se encuentra en la modificación de la Ley de Seguridad Vial realizada en mayo de 2010 y que contempla una reducción del 50% para las multas pagadas dentro del periodo voluntario.
Según los datos facilitados desde la DGT a Ical y relativos a las multas tramitadas por la Guardia Civil o por las respectivas jefaturas provinciales, en 2009 se impusieron 463.000 denuncias de tráfico, de las que de forma voluntaria se pagaron 315.043 (68%), mientras que 47.979 (10,4%) se cobraron vía apremio y el resto, 100.538 (21,7%), no se abonó. Dos años después, últimos datos cerrados, se impusieron 330.568 multas, de las que el 77,6% (256.684) se abonó dentro del periodo voluntario; el 6,5% (21.558), vía apremio y sólo el 15,8% (52.326) no se pudo cobrar.
En este sentido, fuentes de la DGT indicaron que la insolvencia del infractor o la imposibilidad de localizarle son las principales razones que están detrás de las sanciones que no se abonan. A su vez, también destacaron que la lentitud de las jefaturas en tramitar los expedientes sancionadores es cosa del pasado y aseguran que recurrir las sanciones esperando un incumplimiento de los plazos por parte de la administración es, hoy por hoy, un intento inútil de librarse de abonar la multa. (Leer más)
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