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lunes, 20 de enero de 2014

Sarai García Hojas, neuropsicóloga: "¿Cómo afecta el estrés a nuestra conducción?"

Entendemos el estrés como un proceso psicológico que se origina ante una exigencia al organismo, frente a la cual éste no tiene  información para darle una respuesta adecuada, activando un mecanismo de  emergencia consistente en una activación psicofisiológica. El estrés del conductor se caracteriza por la presencia de factores intrínsecos (propios de la persona) y factores extrínsecos (ambientales), que generan una demanda o demandas  durante la conducción superior a la que la persona está capacitada para responder, generando un estado de tensión, irritabilidad, hiperventilación, sudor, mal humor…
 El ritmo de vida que llevamos en nuestra sociedad, conducir durante muchas horas, realizar varias actividades a lo largo del día, no encontrar aparcamiento,  atender a gran cantidad de estímulos o tener que tomar rápidas decisiones durante la conducción, la presencia de grandes atascos diarios o situaciones personales complicadas pueden generar emociones que interfieran en nuestra conducción.
Cuando nos encontramos ante situaciones estresantes, podemos notar diferentes cambios a nivel físico y psicológico.
·         A nivel físico: opresión en el pecho, hormigueos, sudor en las palmas, palpitaciones, tensión muscular, problemas de visión, respiración rápida….
·         A nivel psicológico: mal humor, irritabilidad, incapacidad para concentrarse y tomar decisiones rápidas, olvidos frecuentes, bloqueo mental…
En un primer momento, nuestro organismo es capaz de hacer frente a estos síntomas manteniéndonos en un nivel de alerta y reacción más elevados. Y aunque esto sea positivo para la conducción, también se presentan mayores niveles de agresividad, hostilidad, impaciencia, conducción temeraria y mayor tendencia a no respetar normas y señales. Es importante por ello, que la persona sea capaz de identificar los primeros síntomas de estrés, de manera que sea capaz de evitar estos comportamientos temerarios y prevenir las consecuencias negativas en la conducción. Si el estrés se mantiene durante más tiempo, el organismo intentará resistir a éste, pero llegado a un punto aparecerá un profundo agotamiento y cansancio. Llegados a este punto se reduce la habilidad para integrar información y realizar funciones analíticas, se potencia la fatiga de la conducción, disminuye la atención y concentración.

Ante síntomas de estrés, algunos consejos que podemos ofrecer ante la conducción son:
- No levantarse con la hora justa y controlar el tiempo que puede costar el llegar.
- Informarse de las condiciones atmosféricas y la situación del tráfico antes de salir de casa, para salir con tiempo en caso de presentarse condiciones adversas  o tráfico.
- Procurar dormir 7-8 horas.
- Realizar ejercicio físico muy moderado para eliminar la tensión y cansarse antes de dormir.
- Procurar utilizar ropa ancha y que no apriete.
- No atender al móvil.
- Controlar la velocidad y prestar atención a la carretera.
- Escuchar música relajante.
- Realizar comidas no abundantes.
- Rebajar o eliminar los estimulantes: tabaco, café, etc.
- Cuando se viaje, nunca fijarse horas rígidas de llegada y descansar cada dos horas aproximadamente.
- Tener pensamientos positivos: “No pasará nada si llego 10 minutos tarde”
- Modificar la maneja de llevar la situación: “La próxima vez saldré con más tiempo”
- Realizar una respiración adecuada y si se puede, aprender técnicas de control respiratorio.

Fuentes: Instituto de tráfico  y Seguridad Vial. Universidad de Valencia.

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