Gao Ping no solo se enriqueció con el comercio ilícito. Las diferentes estructuras de las que era responsable se dedicaban a todo tipo de delitos, incluidos la extorsión y la trata de personas. Así se desprende de las miles de horas de conversaciones grabadas a los principales implicados.
Entre los más curiosos, la mafia utilizaba a ciudadanos chinos para que se presentaran en nombre de otros a los exámenes para el permiso de conducir, cobrando 8.000 euros a los verdaderos solicitantes del carnet. Asimismo, explotaba la suplantación de empleados dados de alta en la Seguridad Social para aprovechar fraudulentamente su cobertura sanitaria. También había creado una red de matrimonios de conveniencia entre chinos y españoles para que los primeros obtuvieran el permiso de residencia, tras pagos de hasta 18.000 euros. (Información completa)
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