La normativa portuguesa obliga desde 2008 a los trabajadores o autónomos
españoles que, por motivos laborales, circulen por carreteras lusas con coche de
empresa o un vehículo ligero alquilado para fines de uso comercial a llevar una
´guía de circulación´ que sirve de autorización de la Dirección de Aduanas.
Según han denunciado empresarios andaluces y gallegos, con la crisis, parece que
la Guardia Nacional Republicana está intensificando los controles en las
carreteras para recaudar y sancionar con multas de entre 380 y 550 euros a
aquellos que no llevan este documento que sólo puede ser expedido en las
oficinas aduaneras de Oporto, Faro y Lisboa. En Salamanca, la Asociación de
Transportistas no ha recibido quejas sobre este asunto, ya que la normativa sólo
afecta a vehículos ligeros de hasta 3.500 kilos, pero sí reconoce que la policía
portuguesa están empezando a pedir también a los transportistas el Certificado
de Aptitud de Prácticas, algo que, de momento, no es sancionable. (Información)
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