El único radar de velocidad que tiene la Dirección General de Tráfico (DGT) instalado dentro del casco urbano de la capital, y que controla a los vehículos que transitan por el carril de la ronda este situado entre el camino de Hornillos y la carretera de Soria –en este sentido–, multó durante días a decenas de conductores que pasaron ante el objetivo de su cámara a la velocidad que debían, es decir, entre 50 y 80 kilómetros por hora, que es límite máximo establecido. El fallo pudo detectarse finalmente el pasado 14 de noviembre y eso llevó al Centro de Gestión de Tráfico a anular esas sanciones. (Leer más)
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