Un presupuesto de 210 millones de euros para construir la autopista más mortífera del mundo. Hace siete años que el Banco Mundial (BM) de la ONU financió la autopista N2 entre las ciudades de Dacca y Sylhet, en Bangladés. Sin embargo, nadie preguntó por las medidas básicas de seguridad.
¿El resultado? Para el BM y el Gobierno bangladesí, la obra suponía un paso adelante en el desarrollo económico del país. Pero también han convertido el trayecto en el más peligroso del mundo. Los datos oficiales dicen que, cada año, fallecen en la N2 más de 180 personas. Los expertos en seguridad vial creen que habría que multiplicar esa cifra por cuatro. (Información)
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